Finalmente llegaron a Allen los nuevos aireadores que darán una solución al problema de los malos olores que emergen desde la planta de tratamiento de líquidos cloacales. Desde ARSA se explicó que antes de la colocación de los artefactos debe realizarse una serie de estudios técnicos para garantizar su buen funcionamiento. De todos modos, ahora falta menos para que los vecinos que viven en cercanías a la planta puedan abrir sus ventanas y respirar aire limpio.
Los tres flamantes aireadores que ARSA adquirió para evitar los malos olores en la planta de líquidos cloacales de Allen, ya llegaron a la localidad. Así lo confirmo Laureano Tapia, jefe de la delegación local de ARSA.
"Con los aireadores nos llegó una nota de la empresa en la que nos recomiendan que, antes de instalarlos, tenemos que medir la profundidad de los barros que hay en la laguna para preservar el funcionamiento de las hélices" indicó Tapia, quien además informó que hoy ingresarán con un bote a los piletones de la planta para hacer las mediciones correspondientes.
Si los barros son más altos que la medida establecida para la instalación de los aireadores, se tendrán que concretar trabajos de vaciamiento de las lagunas utilizando camiones cisternas y también se deberá hallar un lugar en donde se puedan depositar esos desechos. Si esa situación llegase a darse, se estima que la puesta en marcha de los aireadores llevará varios días.
Luego de la instalación de los aireadores, la planta quedará funcionando con cinco artefactos, tres nuevos y dos reparados. "La estructura original de la planta son ocho aireadores y vamos a trabajar para llegar a eso. Vamos a hacer todos los esfuerzos posibles" concluyó Tapia.
|
|
|