El Sindicato del Personal de Obras Sanitarias de Paraná advirtió que el funcionamiento de la nueva planta potabilizadora de agua y sus centros de distribución requieren una estructura operativa y administrativa “más ágil y eficiente”, para dar respuestas a problemas cada vez más sucesivos y complejos.
El gremio alertó que la rotura de caños alcanzó su pico ayer con 150 reclamos de pérdidas en la ciudad y que hay retraso en el arreglo de otras pérdidas 300 pendientes, y denunció que esto se debe a “la falta de una mejor organización y gestión del servicio público, traducido en nulo equipamiento, falta de materiales para reparaciones, reducción de horas extras, falta de guardias en cuadrillas las 24 horas del día y hasta la inclusión obligatoria del personal en el receso administrativo de la Municipalidad”.
Desde la entidad informaron que los reclamos son tanto para las nuevas cañerías, que no soportan la mayor presión del agua, como para las obsoletas redes de distribución. Además, las fallas afectan el servicio en distintas zonas, que soportan baja presión o cortes temporarios.
“El ciudadano paga para contar con un buen servicio y las mejoras tantos años prometidas, se postergan. Estos problemas se agudizarán cada vez más, porque falta una mejor organización en Obras Sanitarias”, apuntó el secretario general del sindicato, Rubén Palacio.
La mayor cantidad de pérdidas se registran en las zonas de los dos centros de distribución en funcionamiento: Parque del Lago y Lola Mora, pero es inevitable que la puesta en marcha del centro Ejército en las próximas semanas, acarreará nuevos problemas en la vasta zona sudoeste, advirtió el Sindicato del Personal de Obras Sanitarias.
“Advertimos hace tiempo los problemas que hoy existen, como también adelantamos nuestras propuestas de descentralización administrativa acorde al desafío de gestionar una nueva planta potabilizadora, equipamiento, capacitación permanente a los trabajadores y horarios para atender problemas, las 24 horas del día, y el cobro del servicio en forma equitativa de acuerdo a lo que el vecino realmente consume”, apuntó Palacio.
El dirigente informó que hay un sólo motocompresor –instrumental para hacer boquetes en el pavimento– para ocho cuadrillas y que las bombas de desagote tienen las mangueras rotas. “Son herramientas básicas que por burocracia administrativa y falta de una mejor gestión no tienen solución, mientras duerme en el Concejo Deliberante el proyecto para lograr mejorar el área y salir de la actual situación”, cuestionó el secretario general.
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