La situación provocada por la fuerte bajante en el nivel de las aguas del río Paraná no mejorará durante los meses de enero y febrero, ya que no se prevén lluvias importantes en la cuenca del Iguazú, según señalaron expertos del Instituto Nacional del Agua y de la Prefectura Naval. Según un informe del Instituto del Agua, en caso de que no se produzcan precipitaciones que modifiquen la situación actual, la tendencia al descenso de las aguas podría continuar durante enero e inclusive mantenerse el próximo mes.
En tanto, desde Prefectura local se señaló que a pesar de un leve ascenso de las aguas que se había registrado en la víspera, eso no bastará para revertir la situación actual, razón por la cual se espera que se sigan limitando las zonas de balnearios ribereños y extremar los cuidados para la navegación.
Dora Goniadzki, física a cargo del Centro de Información y Alerta Hidrológico del Instituto del Agua (INA), señaló que "la situación no se va a revertir por un tiempo largo, y sólo podría modificarse con lluvias en la cuenca del Iguazú que justamente es la que alimenta al Paraná. Pero eso no está previsto en los pronósticos para enero y febrero". Si bien la especialista aclaró que en los últimos días se registraron nuevas lluvias en el sur de Brasil, las precipitaciones sólo incluyen a la costa atlántica desde el golfo de Santa Catarina hasta Río de Janeiro.
"Se están produciendo en la cuenca del Amazonas, lo que tampoco es alentador para el Paraná, porque generalmente cuando llueve en un lugar no llueve en el otro", señaló la especialista.
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