Desde el martes, y en paralelo con la bajante histórica que registra el río Paraná, se viene planteando que en el De la Plata, ocurre algo similar, aunque en menor escala.
En ese sentido, el martes se había barajado la posibilidad de que el descenso en el nivel de las aguas del río más ancho del mundo pudiera afectar la navegación de los grandes cruceros que estaban en el puerto de Buenos Aires, los que debían llegar o los que esperaban partir.
Si bien esa posible afectación fue descartada, siguió planteada la situación de bajante del Río de la Plata. PERSPECTIVA SUR dialogó durante la jornada de ayer con pescadores de la costa quilmeña, y con personal del Destacamento de la Prefectura Naval Argentina en la zona de la Ribera. En ambos casos, la respuesta fue la misma: la bajante no se percibe en la ciudad.
Y es que si bien ayer había medio centenar de metros de playas en la zona que va desde Otamendi hasta España, la situación no salía de lo que ocurre con frecuencia, cuando se da una bajante natural de las aguas.
LOS DATOS
En el día de ayer se había conocido datos que indicaban que al comenzar la jornada el Río de la Plata estaba unos 10 centímetros por debajo de su nivel habitual, y se esperaba que con el correr de la jornada, en algunos puntos, llegara a estar medio metro abajo. Al menos, en algunos sectores de la costa, según los datos difundidos. Fuentes de Prefectura Naval Argentina, en el puerto porteño, señalaron que si bien es llamativa la bajante, el movimiento de la navegación continúa siendo normal . En estos momentos tenemos a cuatro cruceros en el puerto y el martes arribó otro más , dijeron como dato alentador.
Aunque baje el nivel del río, los canales de navegación mantienen su profundidad , explicaron en la Prefectura. Y agregaron que solamente en el Riachuelo, con la bajante del martes, alguna barcaza podía llegar a tocar fondo . En cambio la bajante en el Paraná la bajante, que se mantiene desde hace unos días, sigue generando problemas. Distintos tramos de playa de la costa rosarina permanecen clausurados. Algunos balnearios prohibieron a los bañistas el paso al río, aunque en otros, donde la calidad de agua es óptima a pesar de la bajante, se siguen utilizando. La bajante, que dejó la altura del río en un promedio de 1,20 de profundidad cuando el valor normal ronda los 3,40, generó inconvenientes en el trabajo de los buques cargueros, que deben operar con menos cargas. En tanto, desde Defensa Civil descartaron que por el momento existan problemas con la provisión de agua potable para la población de Rosario, aunque recomendaron un uso racional del servicio.
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