La empresa Aguas Santafesinas S.A. reiteró ayer que continúa manteniendo el nivel normal de suministro, a pesar de la histórica bajante del río Paraná, mediante la utilización de nuevos equipos para la extracción.
Así lo informó Guillermo Lanfranco, gerente de Relaciones Institucionales de la empresa, al señalar que "por el momento estamos manteniendo el nivel de prestación, con un suministro de agua que es importante, porque estamos hablando de 450 a 500 litros por habitante por día".
"La principal consecuencia, por el momento, es una zona de baja presión", dijo, pero de todas formas, sostuvo, está "garantizada la cuestión sanitaria".
En declaraciones a radio Continental, precisó que la compañía debió agregar "nuevos equipos para extraer agua porque hay prácticamente 2,5 metros de diferencia de nivel de lo que es el río en esta época" por lo que las máquinas extractoras que "trabajan con un nivel de exigencia normal hoy en día casi están al borde de sus posibilidades de extraer agua".
Por su parte, en la ciudad de Santa Fe, la situación es un poco mejor.
El titular de ASSA, Alberto Danielle, dijo que "la afectación en la planta de Rosario ha sido mayor que en Santa Fe. En Santa Fe las dos tomas de captación sobre el río Colastiné y el riacho Santa Fe, presentan un panorama mejor, con menor afectación a la captación" señaló el funcionario.
Añadió que "estamos en contacto con el Instituto Nacional del Agua y nos están diciendo que al menos en enero vamos a convivir con esta bajante extraordinaria, que reconoce antecedentes en el año 1973".
Además, Danielle indicó que "Santa Fe cuenta con dos reservas subterráneas de 10 millones de litros cada una en la planta. Estas características de la toma y la reserva hacen que se pueda afrontar esta dificultad con más optimismo".
"No obstante ello, ante la eventual necesidad, hemos dispuesto de una bomba de 500 mil litros/hora, que estamos incorporándola al servicio cuando las condiciones lo determinen" agregó el titular de ASSA.
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