La escasez de agua que afecta a los sistemas de riego de las arroceras provocaría al sector un pérdida de 16 millones de dólares. Sin embargo, en caso de que mejoren las precipitaciones en las próximas semanas, la situación podría mejorar.
Los cultivos empiezan a complicarse y a secarse con la falta de agua, pero si vienen lluvias parte de ellos se puede recuperar. “En la medida que en enero no llueva o llueva poco la situación empeorará y según los pronósticos, en febrero no habrá mayores mejorías, pero sí se esperan precipitaciones de consideración en marzo”, manifestó el asesor técnico del sector, Daniel Filligoy.
En el transcurso de la jornada de hoy, los técnicos de la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz (ACPA) terminarán un relevamiento desarrollado en toda la Provincia que permitirá cuantificar el nivel de impacto de la sequía que azota a la región.
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