En términos bursátiles, podría decirse que el Paraná operó ayer en alza. La profundidad promedio del río en las costas de Rosario creció 11 centímetros, aunque para los especialistas el dato no puede ser tomado como una tendencia. "Esto es apenas una olita", graficó el titular de Defensa Civil Rosario, Raúl Rainone, minimizando los vaivenes del registro que ayer alcanzó una marca de 1,18 metro.
Desde el Instituto Nacional del Agua (INA) ya habían anunciado que se presentaría una suba moderada, pero que el fin de semana volvería la bajante.
Las proyecciones no se modificaron y durante enero se esperan complicaciones que podrían dejar la altura del río en un promedio --se establece la comparación con el nivel del mar-- menor al metro.
El aumento en el caudal registrado ayer al menos permitió habilitar algunas playas para que la gente mitigara los efectos del calor, que trepó durante la tarde hasta los 33º. La mitad, sin embargo, continuaban inhabilitadas por el peligro que representa la bajante para los bañistas.
Ese escenario podría agravarse en caso de que el descenso del agua persista: si perfora el metro, se cerrarán todas las playas. Es una decisión que Defensa Civil ya tiene definida, aun cuando la afluencia de la gente al río es marcada.
Los problemas por la bajante se trasladan a distintos ámbitos: la práctica deportiva presenta inconvenientes en la zona de islas, donde algunos lugares se tornaron inaccesibles. Claro que algunos que pretenden recorrer el Paraná ni siquiera pueden hacerlo: sus embarcaciones quedaron encalladas en las las guarderías náuticas al no haber agua suficiente para retirarlas. Muchas continúan tumbadas sobre la arena.
Los trabajadores del río advierten que la pesca se ha convertido en una tarea dificultosa y en las islas alertan por la aparición de insectos y alimañas.
Severa sequía en el Uruguay
Pequeños productores lecheros de la localidad uruguaya de Tala, 80 kilómetros al noreste de Montevideo, venden sus vacas a 10 dólares antes de que mueran por la severa sequía que azota a una amplia zona del país.Días pasados, los productores lecheros de Uruguay se declararon "en estado de emergencia", como consecuencia de la marcada falta de agua que oscila en algunas zonas entre 40 y 60%. |
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