Entre las malas consecuencias que está causando la sequía podría llegar a afectar el normal desarrollo de las playas sobre el río Gualeguaychú y Uruguay.
En Gualeguaychú preocupa la bajante de ambos cursos de agua, que se debe en gran parte a la extraordinaria baja que está sufriendo el Río de La Plata, que afecta notablemente la navegabilidad del Paraná y el Uruguay.
Sobre el río Gualeguaychú, tanto en Ñandubaysal como en las otras playas, se incrementa la superficie de arena y los guardavidas se ven obligado a correr las boyas de seguridad más hacia el canal, donde el lecho del río se vuelve desconocido, puede haber escombros, barro y pozos, haciendo de los balnearios un lugar poco seguro.
La gran bajante de los curso de aguas hace que la Represa de Salto Grande esté trabajando con una cota de 34,14 metros, con dos de las 14 turbinas disponibles.
Según El Argentino, esto indica que este fenómeno climatológico se está volviendo impredecible a raíz del calentamiento global. Si bien está lloviendo una vez a la semana, los pocos milímetros no inciden demasiado en mantener la humedad de la tierra, debido a las grandes temperaturas que se registran.
Daniel Hernández, quien fuera director de Defensa Civil de Gualeguaychú, manifestó: “El único día que tuvimos una buena lluvia fue el 29 de diciembre, cuando cayeron 89 milímetros, pero hoy necesitaríamos 80 milímetros para salir del riesgo de sequía”.
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