Si bien repuntaron en las últimas horas, los bajos niveles del Paraná están trayendo más de un inconveniente. Los servicios sanitarios no son la excepción y la baja presión de agua tiene en vilo a varios barrios de la ciudad. Es más, la situación de los sectores que habitualmente durante las épocas de calor tienen que ser asistidos con camiones cisterna o tanques de agua se acentuó en los últimos días, lo que obligó a Aguas Santafesinas SA (Assa) a reforzar esa asistencia a través de los diez equipos propios con los que cuenta la empresa.
"Los lugares donde estamos llegando con cubas son la zonas donde habitualmente en épocas de mucho calor enviamos refuerzos con camiones cisterna", explicó el gerente de Relaciones Institucionales de Assa, Guillermo Lanfranco.
El vocero de la firma detalló además que "en algunos casos son asentamientos irregulares que tienen conexiones ilegales al sistema y eso dificulta el servicio, aunque en otros sectores están los llamados extremos de la red, donde el agua tarda más en llegar y suele haber baja presión con el aumento de la demanda, e igual se refuerza".
Con este panorama, a los problemas de todos los veranos se suman ahora los que trajo la bajada histórica del nivel del río. Tanto es así que el propio Lanfranco señaló que la empresa "está entre un 10 y un 15 por ciento por debajo de la provisión normal de agua para esta época del año".
Los afectados. Como en la mayoría de los casos, las zonas más afectadas por la poca presión en la red o directamente por la falta de agua son las que están en los barrios más alejados de la ciudad.
Se trata de la barrios ubicados en el noroeste y sureste rosarino, e incluso algunos sectores del extremo oeste y de Villa Gobernador Gálvez. En la mayoría de los casos, son zonas ubicadas detrás de la avenida de Circunvalación.
Hasta allí llegan las cubas y los camiones cisterna de Aguas Santafesinas diariamente. Son diez equipos propios de la empresa —tanto camiones cisterna como las llamadas cubas de arrastre— los que están llevando refuerzos del servicio de agua a las zonas ubicadas en las puntas de Rosario.
El río subió, pero aún piden "precaución"
Tras llegar a marcas históricas, las aguas del río Paraná volvieron a subir en las últimas horas y darán un respiro a los bañistas que durante el fin de semana quieran disfrutar de las playas de la costa norte de la ciudad. Sin embargo, los guardavidas tanto del balneario La Florida como de la rambla Catalunya advirtieron que "la gente debe tomar conciencia y tener mucho cuidado a la hora de ingresar al agua porque la barranca seguirá estando cerca, y esa actitud deberán mantenerla durante todo el verano más allá de las oscilaciones que tenga el nivel de río".
Ya el miércoles pasado la altura del Paraná en las costas rosarinas experimentó un aumento de 10 centímetros, lo que lo llevó a registrar 1,17 metro de altura, según indicaron las autoridades locales de Defensa Civil. Desde las playas públicas de la rambla Catalunya, el guardavidas Sergio Nani aseguró ayer a LaCapital que "ahora subió algunos centímetros más, lo que permitió reabrir un sector de más de 25 metros que se había clausurado", y aclaró que sólo quedó inhabilitada una zona de 10 metros donde está ubicado el caño de desagüe pluvial que quedó a la vista.
En tanto, Leo Manino, guardavidas de La Florida, hizo hincapié en que si bien el río "está incrementando su altura, quienes vayan al balneario y se metan al agua tendrán que seguir teniendo las mismas precauciones que hasta ahora"; y agregó: "Hay que tomar conciencia, estar atentos y no sobrepasar el nivel del boyado. Son cuidados que tendrán que tener los rosarinos durante todo el verano porque la barranca seguirá estando cerca".
Y mientras en La Florida no se registró este año la presencia ni de palometas ni de rayas, en la rambla se detectaron tres rayas. Ante eso, Nani recordó que "la recomendación es que los bañistas ingresen moviendo mucho los pies y haciendo un poco de ruido para que en caso de que estén en el sector, se vayan".
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