Se trata de tomar agua cruda del río Paraná y transportarla a través de un ducto por unos 90 kilómetros, entre La Paz y Feliciano, permitiendo que los productores que se encuentran en esta línea reciban el líquido vital para el riego artificial de la producción.
La idea se remonta a la segunda gestión de Jorge Busti, donde algunos funcionarios –financiados por el CFI- evaluaron la forma de encontrarle un atajo al río para generar un sistema de riego que permita a los productores del norte entrerriano mitigar los efectos de sequía natural y modificar las performances productivas que los muevan del escenario de atraso y marginación.
Problemas de financiamiento truncaron la idea, que permaneció en estado de latencia hasta que técnicos y expertos vinculados a la Dirección Provincial de Hidráulica lo reflotaron en la actual gestión. Paradójicamente para la historia de la Administración Pública, lo hecho se retomó sin beneficio de inventario y se lo utilizó como plataforma de continuidad, lo que tuvo su coronación cuando –durante la visita del jefe de Gabinete, Sergio Massa, a Concordia a mediados de agosto pasado- se firmó un plan de obras para la producción con el objetivo puesto en que la provincia pueda aprovechar los recursos hídricos.
Así se dio el impulso necesario a las expectativas políticas y el Prosap (Programa de Servicios Agrícolas Provinciales) financia el estudio de prefactibilidad, que evalúa las posibilidades reales que tendrá, y así convertirlo en un proyecto que demanda una inversión millonaria.
La iniciativa ya fue presentada públicamente por el gobernador Sergio Urribarri, y se encuentra en manos de especialistas y expertos convocados por la Dirección de Hidráulica que ya avanzan en el tema.
Según lo expresado a EL DIARIO por el Ing. Sergio Fontana, se trabaja en el anteproyecto que busca las referencias de prefactibilidad técnica económica. Si los grandes números lo avalan, en abril se estaría en condiciones de avanzar con el proyecto que culminaría con la experiencia piloto de llevar agua desde La Paz hasta Feliciano –y todas sus instancias intermedias- con una inversión de 50 millones de dólares.
ASOCIATIVO.
“El proyecto consiste en tomar agua cruda por bombeo llevándola por conducción forzada con un impulso de bombas que le den la fuerza necesaria para vencer la altura de las barrancas de la costa del Paraná. La idea es regar los campos a ambos lados de esta línea”, dijo el titular de Hidráulica.
Esto marca una primera etapa que podría multiplicarse en la provincia, ya que si funciona, se replicará en la Costa del Uruguay y otros lugares de la provincia.
Más allá que esté impulsado por el Estado, se trata, en rigor, de la primera experiencia de riego asociativo. Aunque aún no se sabe qué extensión de tierras comprenderá el riego, ni tampoco las distancias que se extenderá el servicio a ambos lados de la línea, se sabe que el ducto tendrá cerca de dos metros de diámetro, para transportar un flujo de agua más que importante.
“Como efecto complementario, le permitirá a las distintas localidades como San Gustavo o San Víctor, que la línea va atravesando, la posibilidad de tomar agua para ser potabilizada”, dice Fontana, que advierte que cuando se eleve a proyecto, deberá estar contemplada la forma en que se va a amortizar, y estima que la producción deberá costear parte de esta inversión ya que se modificarán las ecuaciones y rentabilidades de la producción norteña.
“Cómo se amortiza la inversión en la vida útil de la obra, está por ahora en estudio. Pero para esto, la socialización del mismo, con la producción de los productores, va a ser más que necesaria. La estimación de la inversión para esta etapa inicial ronda los 50 millones”, explica Fontana.
Las experiencias en países como Israel o, sin ir más lejos, Mendoza -donde se reconvirtió la producción vitivinícola a partir de experiencias de riego por ductos tomando agua de los cursos naturales- indican que si el proyecto se concreta el norte entrerriano habrá logrado la inercia de la postergación que el destino pareció imponerle, y empezará un proceso de integración a partir de mejorar su competitividad productiva.
Favorecer el cultivo de arroz
Por ser una producción intensiva y con gran demanda de agua, los técnicos estiman que el acueducto podría favorecer la expansión del cultivo de arroz, que hoy requiere costosos procesos de bombeo de agua. Es difícil evaluar cuántos metros cúbicos de agua serán transportados, ya que eso dependerá de la demanda y el crecimiento, pero el titular de Hidráulica provincial aseguró que la cañería podría tener dos metros de diámetro, y que aún no se confirma el material del que estará hecho el tubo. Éste será un riego complementario, y funcionará cíclicamente de acuerdo a las necesidades de suplantación de lluvias.
“El cultivo con más consumo de agua es el arroz, y podría ser un gran beneficiado, pero también hay que pensar en maíz, sorgo, trigo, soja, y algún cultivo más intensivo. La rentabilidad va a aumentar. El proyecto también prevé un desarrollo integral del agua para los habitantes que se asienten en el lugar, no sólo del riego. También contempla el drenaje, en cómo eliminar los excesos”.
Por ahora es sólo un proyecto provincial con financiamiento nacional, por lo que no se descarta integrar al INTA y otros organismos a la hora de la planificación del proyecto. Si como afirma el funcionario los números gruesos dan favorable, está financiada la etapa de estudios, está tomada la decisión política, y el Prosap confirmó la financiación de los 50 millones de dólares, sólo es cuestión de tiempo.
EL DATO
3 MESES
Es el tiempo previsto para esta etapa actual de trabajo previo de los expertos en la prefactibilidad. Se contrataron especialistas de otros lugares en sistemas de riego, ya que sería la primera vez que se utiliza en la provincia. Está en manos de Obras Públicas, y se coordina con la Secretaría de la Producción para la planificación. |
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