El agua y la política parece que se pueden mezclar. Ayer, integrantes del Consejo de Administración de Corpico salieron a meter presión para que se apruebe el incremento de la tarifa del agua potable. Fue en el marco de una conferencia de prensa, la segunda en cuatro días.
El presidente de la entidad, Miguel Langé, aclaró en el inicio que la idea era "no polemizar" con los legisladores locales, que en las últimas horas se mostraron esquivos a tratar el cuadro tarifario durante una sesión especial en enero. Langé desestimó que exista "burocracia" en responder algunos informes solicitados por los ediles -termino que utilizó el concejal Carlos Durán hace unos días- y mostró la fecha de ingreso de las notas y el momento en que fueron respondidas.
El cooperativista se sinceró y afirmó que "estamos necesitando el aumento (de la tarifa)" y pidió que se trate con "urgencia". Recordó que Corpico es una empresa social, cuyo servicio de agua es deficitario y que toda la información está a disposición de los socios y es pública.
"Algunos datos que nos solicitaron son irrelevantes", dijo.
El titular de Corpico reiteró el cuadro comparativo con pueblos y ciudades de la provincia, cuyas tarifas de valor del agua duplican o triplican en costo a las que se aplican en General Pico.
Langé desechó que puedan existir cuestiones políticas o de animosidad hacia la cooperativa, pero exigió una dinámica diferente al tratamiento de la ordenanza. Además, mencionó que se produce una situación de inequidad y de injusticia, ya que los asociados de Speluzzi y de Vértiz, que no cuentan con el servicio de agua potable, están subsidiando el servicio a vecinos de la ciudad.
Amenaza.
El presidente de Corpico explicó que la situación deficitaria y la falta de respuesta cansaron a algunos delegados, que en un grupo minoritario planteó en asamblea que el servicio de agua se restituya a la municipalidad. "Por ahora esa posición alcanza a unos 30 a 40 delegados. Nosotros creemos que no es conveniente esa propuesta, ya que sería un fracaso para la ciudad y para la cooperativa, pero cuando ese porcentaje de delegados sea mayoría, pagaremos a la municipalidad la indemnización que especifica el pliego y se devolverá el servicio", dijo Langé.
Los consejeros afirmaron que hace diez años que vienen "renegando" con el tema, período que en el cual pasaron diferentes administraciones y distintos gerentes del sector. "No se puede decir que la cooperativa fue inoperante en el servicio de agua potable y saneamiento urbano durante diez años. Lo que ha pasado es que durante ese tiempo los concejales han estado haciendo demagogia con la plata de la cooperativa y entonces no aprobaron los aumentos como corresponden", afirmó Langé, quien pidió tratar el asunto con mayor madurez.
Sin ayuda.
La conducción recordó que no reciben subsidios, que la cooperativa está saneada desde lo económico y que está dispuesta a discutir una tarifa social para los sectores más necesitados de la ciudad.
Los consejeros, además, se mostraron algo sorprendidos por las declaraciones del concejal, Francisco Tineo, quien ya fijó su postura y aseguró que el aumento no debería ir más allá del quince por ciento. "No sabemos cómo estudió ese porcentaje, si recién hoy (por ayer) se respondió a su pedido de 22 preguntas sobre los costos del servicio y que nosotros recibimos el 7 de enero a través de una nota", afirmaron.
El costo por metro cúbico de agua potable está fijado en la actualidad en 0,55 centavos y se pide un incremento que rondaría entre el 30 y 35 por ciento. Otras localidades cobran desde un peso en adelante, con una ventaja más: sus tarifas ni siquiera las aprueban los concejos deliberantes.
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