(Télam) - Los niveles de lluvia caída en el país en 2008 -sobre todo en la región central- fueron los más bajos de los últimos 47 años, según el Servicio Meteorológico Nacional. Por su parte, el Instituto Nacional del Agua pronosticó que “se prevén precipitaciones inferiores a lo normal, a normales” en el litoral, Uruguay, Paraguay y sur de Brasil.
“El Pacifico ecuatorial se encuentra en condiciones de La Niña, las cuales continuarían con características de débiles, hasta el otoño próximo. No se esperan crecidas significativas, dado el predominio de situaciones de sequía. Por lo contrario, las crecidas estacionales serían inferiores a lo normal en los ríos Paraná y Paraguay”, sostiene el INA.
Los dos organismos coinciden en el dato de un Pacífico sobre el Ecuador, frente al Perú, lo que configura el dato decisivo para “La Niña”. Aunque su configuración es débil, es lo que hace persistir la sequía en toda la cuenca del Paraná, aunque “desplaza” lluvias hacia el noroeste argentino y sur de Bolivia.
Esa es la razón por la que el INA sugiere observar con atención las evoluciones del Pilcomayo y el Bermejo, aunque pronostica que las crecidas estacionales del Paraná y el Uruguay también estarán por debajo de lo normal, como consecuencia de las bajas precipitaciones en sus cuencas.
Las lluvias en nuestra zona son “convectivas”, es decir eventuales y de alta localización, pero no compensan el déficit. El Servicio Meteorológico ratificó lo que Eduardo Sierra le anticipara semanas atrás a El Litoral: el Atlántico también está más frío de lo normal y no ayuda a hacer entrar humedad a la masa continental.
María de los Milagros Skansi, integrante departamento de Climatología del SMN, explicó que “a pesar de que a mediados de año la temperatura había llegado a niveles normales” en el Pacífico, “la circulación atmosférica siguió siendo típica del fenómeno de La Niña”.
“Todo eso, sumado a que tampoco hubo demasiada entrada de humedad del océano Atlántico influyó para que haya promedios deficitarios de lluvia”, puntualizó.
El Paraná con poca agua
De acuerdo al último informe del INA, el déficit de precipitación continuó afectando a la alta cuenca, especialmente a los ríos Tieté, Paranapanema y la región de aporte directo al embalse de Itaipú. “Allí las precipitaciones fueron muy inferiores a lo normal”.
Respecto de las inundaciones en algunas zonas del Brasil, aclara que “los excesos observados en la cuenca del río Grande (nacientes del Paraná) no alcanzan para revertir la situación general, muy grave para toda la región”.
Los embalses emplazados en la alta cuenca se encuentran con tendencia descendente. Los caudales descargados por esos embalses son, en este comienzo de enero, levemente inferiores a los observados en 2007 y con tendencia a una disminución mayor aún. No se espera un cambio significativo para el resto de enero.
En el río Iguazú se acentuó la seca y las precipitaciones fueron nuevamente inferiores a lo normal. El aporte al río Paraná no superó los 1.600m3/s, con una media mensual de 1.250m3/s (14% por debajo del valor estándar de diciembre).
En el tramo paraguayo-misionero del río, el aporte en ruta promedió unos 600m3/s.
El nivel en Corrientes mantuvo una tendencia media descendente desde los 3,50m a los 1,90m, con una media mensual de 2,63m (1,08m por debajo del nivel mensual normal). A lo largo del tramo argentino del río, todos los niveles medios de diciembre se ubican en el orden de 1,00m por debajo de los respectivos niveles ordinarios.
Soja y maíz acusan recibo
Un informe de la Secretaría de Agricultura de la Nación reitera las graves dificultades en el norte provincial y evalúa que en general, en la provincia, las lluvias no fueron de gran milimetraje y los departamentos de Belgrano e Iriondo son los más beneficiados.
La soja implantada a fines de octubre se muestra con un tamaño muy chico en la planta debido al déficit hídrico. En lotes de segunda, el estado vegetativo de la oleaginosa es de nacimiento/crecimiento muy lento por falta de lluvia.
En Casilda, la suba de las temperaturas y la insuficiencia de humedad (con lluvias de 4-15 milímetros) en el área con soja de primera, registró un retraso en la evolución del cultivo.
En Rafaela, en el primer día del año se registraron algunas lluvias localizadas, con registros escasos de entre 5 y 20 milímetros. Por ello, la situación de los cultivos varía en función de las dispares lluvias recibidas hasta el momento.
En Venado Tuerto, los cultivos de primera ocupación se encuentran con muy buen aspecto gracias algunas lluvias algo más generosas que en el resto del territorio.
En cuanto al maíz, el informe repite que en la provincia de Santa Fe, esta semana en Avellaneda no se registraron precipitaciones, complicando aún más el cultivo en los departamentos 9 de Julio y Vera, donde la situación es crítica.
En el área sudoeste de Santa Fe, salvo en el caso de San Lorenzo y Rosario (con lluvias de 20 mm.), se vuelve a ingresar en un período de escasez hídrica en plena floración del maíz.
CARTA A BINNER
Con la firma de Rubén Ferrero y de Carlos Castagnani, Carsfe envió una nota al gobernador Hermes Binner relacionada con los cinco puntos elevados por el gobierno a las autoridades nacionales. Se hace saber al mandatario su respaldo al documento y le propone trabajar en conjunto en pos de encontrar soluciones necesarias, para paliar los efectos de la crisis internacional y las consecuencias de la sequía.
Repercusiones en Chicago
La sequía que pone en peligro los cultivos y los rindes en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos, repercute en los mercados. En Chicago la soja se pactó en 381,22 dólares la tonelada debido a que Argentina es uno de los principales exportadores a nivel mundial de la oleaginosa y su campaña podría mermar por la falta de lluvias. En el mercado local el grano cotizó a 850 pesos esta semana, recuperándose de los 640 pesos la tonelada de hace poco más de un mes atrás. Al “rebote” después del pico negativo de la crisis, se agrega la falta de lluvias también en Brasil.
De Reconquista a Buenos Aires
El informe del SMN destacó que en Reconquista cayeron 592,1 milímetros de lluvia durante 2008 cuando el promedio (1961-2007) es de 746,9 milímetros.
De acuerdo con el análisis del departamento de Climatología del Servicio Meteorológico Nacional, el centro y norte de Santa Fe, casi toda la provincia de Entre Ríos, el sur del Chaco y el norte de Buenos Aires recibieron lluvias que estuvieron en promedio un 40 % o más, por debajo de sus promedios.
En la ciudad bonaerense de San Pedro se registraron este año 465,9 milímetros de lluvia caída, cuando el promedio para la región fue de 715 milímetros. En la ciudad entrerriana de Concordia se registraron 810,1 milímetros de agua caída cuando lo normal es de 975,3.
Así como los actores del norte provincial reclamaron a Hermes Binner esta semana por el efecto social de la sequía, varios distritos de Buenos Aires fueron declarados en emergencia.
El SMN evaluó que las lluvias en la Ciudad de Buenos Aires durante el 2008 mostraron también un comportamiento deficitario con precipitaciones inferiores a las normales desde noviembre de 2007 y durante 14 meses consecutivos.
El total de lluvia caída en la ciudad durante el mes de diciembre pasado fue el más bajo del período 1961-1990 con 23,6 milímetros contra un promedio habitual de 105. Pero el mes en que menos agua caída se registró en la Capital Federal durante el año pasado fue mayo con 7,7 milímetros, cuando el promedio en ese lapso es de 73,6 milímetros.
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