Pasan los días y el agua no llega, más pasa el tiempo, y es mayor la desesperación de la gente de campo. La comisión de emergencia pide se declare a Villa Ángela y su zona, como zona de desastre y se asista a los productores con ayuda económica para superar esta situación que día a día se hace más insostenible.
Durante la reunión se establecieron los daños que se vienen produciendo, tanto en las necesidades de consumo y de producción. Los datos de lluvias de distintos sectores de las diferentes colonias de nuestra zona productiva que establecieran productores presentes que controlan los milimetrajes caídos en sus campos, señalan que en las colonias Juan José Passo, El Caburé, Las Golondrinas Norte, Mesón de Fierro, no han superado los 400 milímetros durante todo el año 2008. Mientras que los datos que se brindaron durante el mismo periodo en esta ciudad, la lluvia caída no superó los 682 milímetros, volumen que dista mucho de las necesidades que tiene tanto el sector agrícola como la ciudad.
Luego de la presencia en Villa Ángela del Subsecretario de la Producción de la provincia, ingeniero Miguel Brunswig, a quien se le impuso de toda esta situación, reunida la comisión de Emergencia se resuelve solicitar se declare Zona de Desastre Agropecuaria y Apícola al Departamento Mayor Jorge Luís Fontana. Solicitar, entre otras medidas, al Ministro de Economía de la provincia Licenciado Fernando Aguilar, disponga un subsidio especial para adquirir agroquímicos que permitan combatir con fuerza este nuevo flagelo que tiene la zona, fundamentalmente el sector ganadero, como es la plaga conocida como tucura, a la vez que se instrumenten medidas económicas de ayuda a los sectores más afectados.
También se dispuso solicitar a la Administración Provincial del Agua auxilio en agua para pequeños productores.
Es verdaderamente preocupante la situación y hasta desesperante, tal lo comentado por productores de la zona, quienes señalan que repasando datos históricos surge que hace mucho tiempo no se daba una crisis de esta magnitud; pozos de agua que prácticamente nunca se secaban hoy ya no tienen una vertiente que alimente del líquido elemento para poder mantener la hacienda en pie, y ni que pensar en nuevas siembras, a lo que se suma también el sector avícola que no es ajeno a esta situación.
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