Los últimos análisis realizados al agua tratada que provee la Cooperativa Eléctrica de Winifreda (CEW), a través de una planta de osmosis, arrojaron niveles de arsénico que superan el limite normal que establece el Código Alimentario Argentino. El elemento químico apareció porque las membranas de la máquina que filtran el agua habrían dejado de funcionar. Las muestras fueron analizadas por el bioquímico Ricardo Baglieri, cuyo laboratorio se encuentra en Eduardo Castex.
–¿Cuál es su relación laboral con la CEW?
–Me contrataron para que en forma semanal haga los análisis del agua que produce la planta de osmosis inversa. Hace aproximadamente cinco años que vengo haciendo ese trabajo.
–¿Qué resultados arrojaron las últimas muestras?
–Los últimos análisis, de acuerdo a lo que solicita el Código Alimentario Argentino, muestran un agua potable con algunas restricciones dado que el nivel de arsénico está 0, 02 puntos arriba de lo que pide una ley nacional. Pero esos niveles estarían encuadrados dentro de la Ley Provincial 1027 que exige entre 0,15 mg/l y 0,18 mg/l. Winifreda cuenta en estos momentos con un agua que tiene 0,07mg/l de arsénico.
–¿Cuál es el nivel normal de arsénico que establece el Código Alimentario?
–Pide 0,05 mg/l, pero hay una salvedad en cuanto a las exigencias: en los lugares donde la tecnología no permita obtener estos valores se aceptan los índices de las autoridades provinciales o municipales, según corresponda. La ley provincial establece un parámetro normal bastante más elevado que el Código Alimentario, cosa que personalmente opino que es altísimo, debiera ser bajado.
–¿Por qué apareció al arsénico en el agua tratada?
–Ha ido subiendo posiblemente al desgaste de las membranas, que se pueden reciclar o cambiar pero tienen un costo sumamente elevado.
–¿Cuánto cuestan esas membranas y qué función cumplen?
– De acuerdo al último dato que tengo rondaban los 700 dólares y sirven para filtrar el agua. Tienen una porosidad determinada que hacen que los minerales queden retenidos. Pero no son selectivas, es decir, no pueden retener selectivamente el arsénico y el flúor y dejar pasar el calcio y el magnesio. Entonces, mediante un tratamiento, se prefiere quitar el arsénico y el flúor con el costo de sacar calcio y magnesio, minerales que podemos reponer consumiendo lácteos, verduras y carnes.
–¿El agua tratada tiene suficientes minerales?
–Tiene muy pocos. En caso contrario no la podría consumir el organismo humano. Le faltaría un poquito más de calcio y magnesio, que se pueden aportar con nuestra dieta alimentaria habitual.
–¿Los 0,07 mg/l que tiene al agua tratada resultan perjudicial para la salud?
–Esa pregunta no te la puedo responder con exactitud. Hay distintas opiniones. Según los norteamericanos 0,01 mg/l ya es perjudicial para la salud, pero hay médicos que aseguran que 0,05 mg/l sería aceptable y 0,07 mg/l no sería aconsejable pero tampoco es un veneno tan grave como para dejarla de consumir. En el caso de Winifreda si la población no opta por tomar el agua de la planta tendría que recurrir al agua de la red que tiene mucho más arsénico con valores que llegan a 0,12 mg/l. El agua de la planta todavía es recomendable para consumo humano.
–Si el tiempo pasa y no se cambian las membranas, ¿los usuarios podrían tener problemas por beber agua con arsénico?
–Este químico puede producir cáncer de piel o en otros órganos internos pero prácticamente no aparecieron enfermedades con valores que hasta ahora tiene el agua de Winifreda.
–¿En qué valores se encuentra el nivel de flúor en el agua tratada?
–Bastante bien. En Castex tenemos 7mg/l y Winifreda 1,2 mg/l y al pasar por la planta se reduce a 0,70 mg/l. Lo normal es 1,2 mg/l en verano, cuando hay mayor consumo de agua.
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