Antes de que los animales mueran de sed como consecuencia de la sequía, en otros países están rematando las cabezas de ganados entre 10 y 40 dólares (foto de archivo).
La persistente sequía en la más rica zona agropecuaria de Argentina reducirá sustancialmente la producción de granos y causará millonarias pérdidas a la ganadería del país, uno de los mayores proveedores de alimentos del mundo, según refiere un despacho de la agencia EFE, fechada ayer en Buenos Aires.
La producción de maíz de la actual campaña agrícola se situará en unos 15,5 millones de toneladas frente a los 22 millones de la de 2007-2008, calcularon fuentes de asociaciones agropecuarias citadas por el diario bonaerense La Nación en momentos en que se ha reavivado el malestar del sector por las políticas gubernamentales.
La zona más afectada es la provincia de Entre Ríos (este) , vecina a Uruguay, donde se teme la pérdida de la mitad de la siembra de maíz, que ocupa unas 220.000 hectáreas, un 30 por ciento menos que en la campaña agrícola anterior.
Las asociaciones agropecuarias confirmaron que la cosecha de trigo en la última campaña (2007-2008) alcanzó unos 8,8 millones de toneladas, la mitad que en el ciclo anterior.
Además, en el centro y norte de Argentina la sequía mató a unas 40.000 cabezas de vacunos, el 30 por ciento del total, según cálculos de asociaciones de ganaderos.
Por otro lado, de acuerdo a los informes meteorológicos de la agencia estadounidense DTN Meteorologix, en el centro de Argentina, la principal zona agrícola del país, continuará registrándose clima seco durante esta semana, lo que dañaría a los cultivos de soja y de maíz, principalmente.
No esperamos lluvias significantes entre los próximos siete y 10 días”, explicó Mike Palmerino, de DTN Meteorlogix, de acuerdo a envíos de la agencia Reuters fechados ayer, en Chicago. Palmerino comparó la situación de países vecinos: “Los cultivos de Argentina se siguen deteriorando, en especial de maíz y soja, mientras que los pronósticos se muestran favorables para Brasil, con mejoras en los niveles de humedad en zonas del sur”.
Del mismo modo, Uruguay no está exento de los problemas climáticos. El gobierno de ese país decretó ayer estado de emergencia agropecuaria, a los efectos de enfrentar la grave sequía que afecta a más de 2,5 millones de hectáreas, así como los incendios que se propagan debido a esa situación climática. Así lo informó la agencia Ansa ayer.
Productores agropecuarios catalogaron como “desesperante” la situación, al tiempo que en algunas haciendas se venden vacunos por entre 10 y 40 dólares, antes que los animales mueran de sed.
Por su parte, el ministro de Ganadería y Agricultura de ese país, Ernesto Agazzi, comunicó la activación de un fondo de emergencia que habilita la importación de ración, el envío inmediato al Parlamento de un proyecto de ley que contempla el aplazamiento en el pago de tributos y de energía eléctrica, y la elaboración de un programa de reserva de agua destinado a su almacenamiento, según despachos de la agencia AFP.
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