Con este tipo de “soluciones” les permitimos que se erijan en salvadores del presupuesto nacional. Tan necesitados estamos, que también les toleramos que nos retengan parte de la suma que por “Acta de Acuerdo”, con la firma de dos ministros, se comprometen entregar, añadió nuestro interlocutor que pidió el anonimato.
Ese es el caso de los US$ 29,5 millones, correspondientes a los adelantos del año pasado y que recién ahora se comprometen remesar, añadió nuestra fuente.
Quién puede asegurarnos que no vuelvan a proceder este año del mismo modo y que, a pesar de los apremios del ministro Borda (Dionisio) para cubrir las exigencias del presupuesto vigente, solo envíen US$ 100 millones, o menos, y retengan US$ 40 millones, con la intención de presionarnos para que nos apeemos de nuestros reclamos, agregó.
Otro de los técnicos consultados apuntó que el Tratado de Yacyretá, vigente pese a la Nota Reversal de 1992, establece con claridad que la compensación de la cual habla el Art. V.1 del Anexo C debe ser pagada. ¿Entonces, para qué se firma un acta para cobrarlo?, inquirió.
REPITE Y LEGITIMA ERRORES
El Acta del 6 del presente mes repite errores y, además, “legitima y hace legitimar al ministro” las ventas de energía en el mercado eléctrico argentino, “que en su mayor parte corresponde al 50% paraguayo”, sigue.
Apunta que el Acta del martes pasado, cuya suscripción se dio a conocer ocho días después, también se remite al Acta de Acuerdo del 4 de mayo de 2005, que firmó De Vido con su colega de entonces, el colorado Alberto Alderete, en la que las partes asumían el compromiso de hacer de Yacyretá “una empresa eficiente... a fin de que sea capaz de cumplir con el Tratado y las Notas Reversales (¿también la rechazada de 1992?) para obtener el financiamiento necesario para la conclusión de las obras faltantes”.
Recuerda que en el punto 4 de ese Acuerdo, el Gobierno argentino asumió el compromiso de “desafectar a la EBY de los efectos que resultan de la aplicación de la resolución de la Secretaría de Energía (406 / 03) por la liquidación de sus ventas al mercado argentino por intermedio de EBYSA desde el inicio de su vigencia, recomponiendo las acreencias por su impacto hasta el presente”.
Ese compromiso, “ni repetido, se cumplió”, lamentó nuestra fuente.
Advierte que apresurar los proyectos de Aña Cua y Corpus son otras concesiones a las necesidades argentinas, sumergida hasta hace poco en una severa crisis energética.
Enfatizó que ambos proyectos fortalecen la posición paraguaya en cualquier negociación que busque recuperar el 50% de su energía en Yacyretá de la que hoy se aprovechan nuestros socios argentinos y que apurarse en definirlas implicaría diparar contra la línea de flotación de esa posición ventajosa negociadora.
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