Los diputados nacionales entrerrianos Cristina Cremer y Gustavo Zavallo, integrantes del bloque oficialista, presentarán mañana un proyecto de resolución en el que solicitan de la declaración de la “emergencia y/o desastre agropecuario” para la provincia, de manera urgente, y que se convoque a la Comisión Nacional de Emergencia Agropecuaria.
Según los legisladores bustistas, las pérdidas agrícolas se calculan en 250 millones de dólares, y los gobiernos nacional y provincial deben “buscar instrumentos impositivos y de financiamiento que permitan amortiguar estas pérdidas y la falta de ingresos que tendrá el productor en los próximos meses, y que generará problemas en la cadena de pago y de financiamiento de las próximas campañas agrícolas y ganaderas”.
Cremer y Zaballo recordaron que las lluvias promedios en gran parte del territorio no ha superado el 50% del promedio normal anual (según datos del INTA, Bolsa de Cereales, Dirección de Hidráulica de Entre Ríos), lo que llevó a que el gobierno provincial declarara la emergencia ganadera y para el cultivo de trigo a través de los Decretos Nº 6.653 y 7.222, ambos de octubre de 2008.
Ahora, en el proyecto fundamentan que “en el caso de los cultivos agrícolas, el trigo que ya fue cosechado, disminuyó en un 43% las toneladas producidas en la provincia, todo esto producto de la sequía, y de un 20% menos de superficie sembrada. En el caso del maíz la pérdida de rendimientos se estima en un 80%. El sorgo y el girasol no son ajenos a esto y también se encuentran seriamente afectados sin poder estimar todavía las pérdidas, pero que podrían llegar a ser de entre un 40 y 50%”.
“La realidad nos muestra hoy una ganadería con pasturas totalmente deterioradas, donde el estado de la hacienda es malo, hay dificultades para que las reproductoras queden preñadas, las aguadas naturales de arroyos y tajamares están secas, los pozos de agua en muchos casos han disminuido su caudal y en otros se han secado completamente, los tambos están manteniendo su producción en base a una mayor cantidad de alimento balanceado y granos, lo que hace que sus costos de producción sean superiores, deteriorando aún más la rentabilidad del sector”, detallaron en la iniciativa.
La estimación de pérdidas a este momento en la sumatoria de todos los cultivos, se calcula que es de alrededor de 1.200.000 a 1.500.000 toneladas, lo que traduciéndolo en dinero da una pérdida de más de 250 millones de dólares, según el proyecto. Todo esto se prevé en cuanto se produzcan lluvias a corto plazo y de no ser así las perdidas podrían ser aún mayores.
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