Defensa Civil evacuará desde febrero a las familias que podrían ser afectadas por las inundaciones en el oriente.
La determinación fue tomada considerando que el nivel de agua en los ríos Mamoré e Ibaré se encuentra aún a tres metros bajo nivel barranco, lo cual significa una condición normal en esa región.
El responsable del Viceministerio de Defensa Civil, Hernán Tuco, recordó que la situación climática en cuanto a precipitaciones pluviales se mantiene en calma con relación a similares fechas del pasado año.
“La región del Beni, en especial se encontraba en enero de 2008 en una temporada alta de inundaciones y hubo 30.000 familias afectadas”, manifestó.
En ese sentido, mencionó que todavía no se efectuaron las evacuaciones de las personas que viven en cercanías de los ríos porque no existe aún el peligro de desbordes.
Sin embargo, manifestó que no se descarta la crecida de los ríos Mamoré e Ibaré, puesto que su nivel aumenta en dos centímetros por día, lo que demandaría en breve el traslado de personas a principios de febrero.
Por otro lado, Tuco aseveró que la región del Valle Alto del departamento de Cochabamba está en alerta por la granizada que afectó hace dos semanas a los municipios de Punata, Cliza y Tolata. “Unas 1.300 familias quedaron perjudicadas”, añadió.
Como parte de las tareas preventivas, mencionó que se cuenta con 50 millones de bolivianos que fueron invertidos en la compra de vituallas, alimentos, medicamentos y carpas que son distribuidas en los lugares necesarios.
“Defensa Civil ya tomó las previsiones de acuerdo con los resultados de las inundaciones de la pasada gestión y según los estudios realizados en la etapa previa a los fenómenos climáticos”, dijo.
Las regiones más vulnerables por los problemas de las inundaciones son los departamentos de Beni, Cochabamba y Santa Cruz, por lo cual se declaró a esas regiones en alerta naranja y amarilla. |
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