En la intersección de Rivadavia y Ruperto Godoy un grupo de vecinos de Villa María Selva citó a El Litoral para hacer público un reclamo que los aqueja hace tiempo pero no encuentra solución: la obstrucción de un desagüe pluvial. Consultados, refirieron que en las pésimas condiciones en las que se encuentra no cumple ninguna función y el lugar de alivianarles las jornadas de lluvia se las hace una verdadera odisea.
“Con pocos milímetros nos inundamos, y ya estamos cansados de esa situación. El agua no tiene salida por ningún lado y empieza a subir, en muchos casos logrando ingresar a los domicilios”, dijo Yolanda López, mostrando una serie de fotografías que corroboran cómo se anega el sector cada vez que llueve.
Las vías del ferrocarril, a la altura de Rivadavia y Ruperto Godoy, dividen a los barrios Villa María Selva y Sargento Cabral, donde ocho meses atrás la Municipalidad comenzó a trabajar en la desobstrucción del desagüe en cuestión desde la avenida General Paz. “Se empezó a trabajar por el sur, pero todavía no llegaron al sector norte. Lo que nos preocupa sobremanera es que nos dijeron que trabajar en este lado es muy costoso y seremos incluidos en otro proyecto recién el año que viene”, señaló Yolanda.
“Seguros caros”
La cantidad de árboles plantados por encima de la cañería pluvial, en realidad las características de las raíces de la especie plantada, y el paso de los años sin la ejecución de tareas de limpieza incidieron en la obstrucción del canal. Para ello, en el lado sur, hay personal especializado trabajando en el interior del desagüe.
“En 2006, El Litoral publicó una nota sobre la licitación de importantes obras de desagües donde nosotros estábamos incluidos. Todavía las seguimos esperando”, manifestó Estela, otra de las vecinas. Y agregó: “Hay casas que cada vez que llueve deben colocar bolsas de arena y hasta bombas extractoras por cantidad que se acumula en esta esquina”.
Cabe señalar que el desagüe tiene 27 años y en la memoria de los vecinos no se registran tareas de limpieza durante ese período. “Nunca trabajó al 100%, pero antes por lo menos el agua tenía salida. En la actualidad directamente no funciona”, refirieron.
Aunque saben del problema de la sequía, en Villa María Selva agradecen que no llueva. Nos les gusta pensar así, pero aseguran verse obligados a hacerlo si tienen en cuenta “las peripecias” que deben atravesar con cada lluvia.
“Tenemos derecho a quejarnos y a exigir la desobstrucción del desagüe. Mandamos muchísimas notas a la Municipalidad, pero las respuestas no son las que nosotros esperamos. Lo que más necesitamos es que la cañería pluvial funcione correctamente y no nos aneguemos más”, finalizó Yolanda López.
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