La histórica bajante del Paraná ya llevó al río a un tercio de su altura normal en enero. En el puerto de Rosario llegó ayer a 1,12 metro, un centímetro arriba de los dos días anteriores, pero 2,09 metros por debajo del promedio habitual del mes. La diferencia pone en evidencia que la altura actual del río llega a casi un tercio del nivel normal para la época. El fenómeno es producto de la sequía (con su consecuente bajante), tal como lo señalaron desde el Instituto Nacional del Agua (INA). El barco Ciudad de Rosario viene padeciendo los efectos desde hace ya dos años. La tendencia indica que se agudizará todavía más la baja en el río porque en marzo se registran los máximos promedios de caída anual en el nivel del Paraná.
Como agravante, ningún pronóstico prevé más lluvias, sino todo lo contrario. Al menos hasta el otoño, se esperan precipitaciones inferiores a las normales a lo largo de toda la cuenca.
Mejoras de corto aliento. Aun así, habrá oscilaciones. Por ejemplo, para los próximos días el pronóstico hidrológico sobre el Paraná, que elabora el INA, estima que se recuperarán algunos centímetros. Para el 18 de enero se espera una altura cercana a 1,15 metro y para el 23, de 1,25. De todos modos, la entidad define a la situación como "crítica por bajante".
En esos cambios sobre el Paraná a la altura de Rosario no sólo inciden las precipitaciones de la cuenca alta del Paraná y el comportamiento de sus represas, sino también las condiciones del estuario del río de la Plata. En una situación de bajante como la actual, esa última influencia es "más notoria que lo habitual", señalan desde el organismo.
Por eso, en su parte válido hasta el 20 de enero, el INA indica que "se observará una tendencia al ascenso por el incremento previsto en las descargas de los embalses de Itaipú y Yacyretá", y también anuncia que habría de darse una estabilización de los niveles en la semana siguiente, hasta el 27 de este mes.
No obstante, los especialistas prevén que la bajante seguirá acentuándose en base a que en la zona de los ríos que aportan a la represa de Itaipú las lluvias fueron "muy inferiores" a lo normal y las que sí se dieron en las nacientes del Paraná "no alcanzan para revertir la situación general, grave para la región".
Por eso, los caudales que descargan los embalses de la alta cuenca son inferiores incluso a los de enero del 2007 y "con tendencia a una disminución mayor aún". En el río Iguazú, se acentuó la seca y sus aportes al Paraná son poco relevantes.
Como conclusión, el INA señala que "se espera que las alturas (fluviales) continúen muy por debajo de los niveles normales para la época", que extiende de enero a marzo, "con eventuales repuntes de corto plazo".
La directora de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico del INA, Dora Goniadzki, atribuyó la pronunciada bajante a "una década de sequía generalizada en toda la región del litoral y el sur de Brasil.
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