Hartos por una situación que ya se prolonga desde hace varios años, los vecinos del barrio Nicolás Avellaneda decidieron ayer hacer pública su impotencia y bronca debido a la falta de agua corriente para el sector. Contaron que la mayoría paga sus impuestos pero deben recorrer varios metros llevando latas para lograr abastecerse del líquido elemento. Hablaron de su frustración a la hora de dirigirse a las autoridades municipales para tratar de solucionar el problema y de todas las alternativas que ofrecieron para lograrlo sin que alguien los escuchara. Lisa y llanamente, se sienten abandonados pero esperan respuestas.
Uno de los vecinos dio a conocer que este problema es de vieja data y graficó con crudeza los procedimientos empleados para acceder al agua. "Ya hace como tres años que venimos con este problema. En un día normal, para conseguir agua tenemos que acarrear latas de 20 litros todo el día. Inclusive hay vecinos que tienen agua y ayudan a los demás. Esta situación te cansa mucho. Aparte, es horrible andar con el agua en latas para todo, para cocinar, para lavarse, para la casa; es feo".
En la época estival es cuando más se siente esa carencia y varios cuentan con la buena predisposición de otros habitantes del barrio. Asimismo, corroboraron con su experiencia el descenso prolongado en las napas freáticas. "En mi caso, me abastezco de agua con mi vecina o con el vecino de enfrente, para lavar ropa, para cocinar tenemos que andar con las latas todo el día. Porque yo tengo una bomba pero no da nada de agua. Nada. Y todos los años se repite lo mismo, en el invierno sacamos agua más o menos, pero en verano es increíble como se seca la bomba", aseguró una vecina.
Los vecinos se mostraron molestos ante las cámaras de Canal Local debido a la indefensión que sienten cuando las autoridades no dan respuesta. "¿Cómo se hace cuando no hay agua ni para tomar? En este momento tengo un poquito de agua, pero estoy incómoda por los vecinos, más cuando hay criaturas; es imposible. Año a año se repite el reclamo y nadie da bolilla. Vas a la Municipalidad y no te dan bolilla. Pasa lo mismo con las calles y es todo lo mismo: vas a reclamar como si le reclamaras a nadie porque nadie nos hace caso".
Ese cuadro genera casi por carácter transitivo una situación de desamparo que repercute en el quehacer diario de las familias, que deben destinar buena parte de su tiempo y una dosis extra de fuerza para conseguir agua destinada a las actividades más elementales. "Decir que el barrio Nicolás Avellaneda está abandonado es poco, estamos fuera de la existencia. No sé que hace la Municipalidad. ¿A dónde hay que quejarse para que a uno le hagan caso? Adonde sacamos nosotros el agua sale turbia y a veces con bichos. Así que primero hay que bombear varias veces para poder llevar agua limpia a tu casa. Nosotros tenemos más de veinte metros desde el lugar donde sacamos agua, así que sacá la cuenta. A la mañana acarreamos latas para lavar y para la cocina. Después a la tarde acarreás agua para bañarte y para dejar para la noche para el baño. No hablemos si querés regar las plantas o lavar el patio para refrescar un poco. Para lavar, bañarnos y cocinar es toda el agua que sacamos. En esta época del año es un sacrificio vivir acá".
Sin respuesta
Los vecinos del barrio Avellaneda resaltaron las infructuosas gestiones realizadas hasta el momento tanto ante el concejal Marcelo Urlézaga como frente al titular del servicio de Obras Sanitarias, Lorenzo Yáñez. "Hace dos años se presentó el concejal (Marcelo) Urlézaga y nos dio su opinión, cuando nosotros empezamos a juntar firmas, y nos dijo que él en dos meses iba a solucionar el problema e íbamos a tener agua. Todavía lo estamos esperando. No obstante esto, hicimos el reclamo en la Municipalidad y no nos hicieron caso, cuando estaba Helios Eseverri, en su momento. Nos mandaron a Obras Sanitarias, nos atendió Lorenzo Yáñez y nos dijo que lo que teníamos que hacer quienes no teníamos agua era esperar a que lloviera".
Ante las cámaras hicieron público su pedido y se lamentaron por las dificultades que también encuentran para acceder al servicio de salud. "Nosotros les pedimos que vengan y nos den una solución. Hace un tiempo les pedimos una salita y no dijeron que no 'porque hay poca gente'. Pero hay muchos nenitos acá. Entonces tenemos que ir a la salita 10 de Junio o al barrio CECO a que te den un turno para dos meses. Y ni hablar cuando tenés que ir al Hospital, que nos queda bastante a trasmano, llegás y te dicen 'se acabaron los turnos'. Ni hablar sobre las calles cuando llueve. Queremos que nos digan, como hay un rumor, en dos meses o en seis, 'vamos a empezar con el agua' ".
Destacaron cómo la problemática afecta a los más chicos y a la tercera edad, así como la actitud de los candidatos en cercanía de elecciones. "Otro problema es que algunos vecinos son viejitos y no pueden llevar agua porque solos no pueden hacerlo. Cuando vienen las elecciones vienen todos con asados y otras cosas, pero nosotros queremos que nos den el agua, nada más. Vos fijate que los políticos dicen que los chicos son lo primordial, que no tienen que sufrir por la contaminación, por las enfermedades, y ¿qué hacen ahora? O sea que los chicos sí pero los de este barrio no sirven. Por lo visto no valen nada".
Ante tanta desidia, reclamaron alguna solución intermedia hasta que llegue la definitiva y puntualizaron su impotencia ante la inexistencia de respuestas. "En el último de los casos, el agua pasa a cuatro metros del barrio y podrían poner tres, cuatro o cinco canillas públicas. Si ellos tienen voluntad de traernos el agua, que la traigan de cualquier forma. Qué solución le dan a la gente grande que no tiene agua y no puede acarrearla. Que sean gente y nos den una solución, que Yáñez dé la cara. No puede ser que para darles de tomar a los chiquitos tengamos que comprar botellones, y a veces no tenemos plata ni para comprarles una gaseosa".
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