La empresa Aguas de Corrientes dotó el último martes a los municipios de Santo Tomé y Paso de los Libres de kit de laboratorio para el análisis de agua natural y de red, que se suman al entregado un día antes en la ciudad de Monte Caseros. El test en cuestión permitirá detectar y cuantificar Microcystina en el agua, y es entregado a aquellas localidades de la costa del río Uruguay donde la firma presta el servicio de agua potable.
De acuerdo al informe de la empresa prestataria del servicio, el kit comercial que tiene como fundamento un enzimoinmunoensayo competitivo (Elisa) que luego se lee con un lector de Elisa. El martes por la mañana, el gerente de Calidad de Aguas de Corrientes, Ramón Santacruz, entregó el kit portátil al director de Bromatología de la Municipalidad de Santo Tomé, Juan Marelli. Además estuvieron presentes los concejales Eduardo Buero, Néstor Buján, entre otros.
Mientras que por la tarde se hizo entrega del kit al secretario de Gobierno de la Municipalidad de Paso de los Libres, José Sincovez. En esa instancia, Santacruz señaló que “desde la empresa pretendemos que cada Ejecutivo municipal tenga un elemento de contralor”.
Vale recordar que el lunes por la tarde se donó un elemento similar a la comuna de Monte Caseros. De este modo, cada una de las comunas de la costa del río Uruguay donde la empresa brinda servicio tienen un elemento de contralor del agua en caso de una floración algal.
Ayer a la siesta, en la oficina comercial de Paso de los Libres, la bioquímica Nancy Román y la oceanógrafa Silvia Otaño, del Laboratorio Central de Aguas de Corrientes, dictarán la capacitación a los profesionales de los tres municipios que se encargarán de realizar los análisis.
Explicaciones en Libres
“Básicamente es para la determinación de la toxina generada por las algas Microcystis y que se denomina Microcystina. Se basa en el método Elisa, que es una abreviatura norteamericana, que consiste en juntar un anticuerpo con un antígeno; lo que da una coloración determinada”, explicó el gerente de Calidad de Aguas, Ramón Santacruz.
“Esa coloración –prosiguió– se lee a través de un espectrofotómetro y se determina la cantidad de toxina que hay en el agua, ya sea natural o potable. Y eso, por la longitud de onda tiene una relación directa y nos da la parte por billón que existe; lo que demuestra el grado de exactitud que tiene el método”, subrayó.
En cuánto al método, detalló: “Se toma, por ejemplo, la muestra de agua de río; se congela durante un período y luego se descongela. Luego se repite el procedimiento y así se consigue romper las células para que liberen las toxinas; pues la Microcystis tiene dentro la Microcystina.
Entonces, en ausencia de Microcystina los reactivos dan color azul y en presencia se torna transparente; situación esta última que nos permite leer la longitud de onda a través del espectrofotómetro para determinar la cantidad de Microcystina que hay en el agua”, remarcó.
Según Santacruz, la intención de la firma es darle seguridad al Municipio en cuanto al agua que se está proveyendo. “Queremos que sean nuestros propios controladores con respecto a algo tan significativo como es la salud; porque éste es un tipo de toxina que afecta al sistema inmunológico humano. Por eso queremos que controlen la calidad del agua que le estamos brindando a la población”, enfatizó el técnico.
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