Desde Coquimbo y hasta la Región del Biobío el riego y el buen desempeño hidroeléctrico está asegurado durante este año. Así se desprende del último informa de la Dirección General de Aguas (DGA) del Ministerio de Obras Públicas.
Además, según la Comisión Nacional de Energía (CNE), en este momento existe aproximadamente un 14% más de energía embalsada con respecto a igual fecha del año pasado.
De hecho, 15 de los 23 embalses monitoreados se encuentran por sobre el nivel alcanzado en igual fecha del año pasado
En la Región de Atacama, el embalse Lautaro cuenta con 2,5 millones m3, que es su promedio histórico para este mes, mientras el embalse Santa Juana, está prácticamente lleno, con 162 millones m3.
Los embalses de la cuenca del río Elqui, La Laguna y Puclaro están en su capacidad máxima y por sobre el promedio histórico de 154 millones m3.
En la Región Metropolitana, el embalse El Yeso, que abastece de agua potable a gran parte del Gran Santiago, aumentó en 24 millones m3 su volumen llegando a los 215 millones m3, un valor superior al promedio histórico a la fecha (180 mill/m3) y a lo que acumulaba a igual fecha del año pasado (169 mill/m3).
El embalse Rapel aumentó su volumen llegando a 571 millones m3, cifra superior a los 524 millones m3 de diciembre del año pasado.
En cuanto a los embalses de generación, todos en conjunto disponen de 4.493 Gigawatts/hora (GWh), superior a los 3.874GWh a igual fecha del año pasado y a los 3946 GWh de promedio histórico.
RÍOS Y AGUAS SUBTERRÁNEAS
Respecto de los caudales de los ríos, en la Región de Atacama, los caudales se mantuvieron casi sin variación, por debajo de su promedio histórico pero arriba de los mínimos.
En la Región de Coquimbo, la cuenca del río Elqui mantiene caudales estables y por encima de su promedio histórico. Desde la cuenca del río Limarí al sur, los caudales disminuyeron en forma importante, quedando en la mayoría de los casos por debajo del promedio estadístico pero siempre por sobre los mínimos históricos.
Las únicas excepciones son los ríos Maipo y Tinguiririca, los cuales aumentaron sus caudales, manteniéndose ambos por sobre sus promedios estadísticos.
Los acuíferos o aguas subterráneas, desde la Región de Arica y Parinacota y hasta la de O’Higgins mantienen niveles y fluctuaciones que están dentro de lo normal.
Sólo en las cuencas de los ríos San José, Loa Alto y de la Pampa del Tamarugal se observa una tendencia a la baja que se prolonga por varios años.
En la cuenca del río Copiapó, los niveles que habían mostrado una tendencia a la baja a partir de agosto del año 2007, se han recuperado a partir de marzo de 2008.
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