La inauguración de las obras de la futura planta depuradora de aguas cloacales de Berazategui se convirtió ayer en la primera aparición pública de Cristina Kirchner lejos de la protección de la quinta de Olivos, luego de la lipotimia que sufrió la semana pasada y que la mantuvo alejada durante varios días de la gestión de gobierno.
El clima ayudó para que la Presidenta pudiera afrontar sin contratiempos el acto, aunque el susto provocado por la indisposición todavía se reflejaba en los cuidados que rodearon su presencia en suelo bonaerense: contacto limitado con la gente tras el acto y mucha hidratación mediante la ingesta de una típica bebida con sales minerales.
Que la Presidenta sigue bajo muchos cuidados también se reflejó en la decisión de suspender el viaje que tenía previsto a Corea del Sur para el 6 de febrero por consejo de su médico, Luis Buonomo, según se supo.
Más allá de todas estas precauciones, la jefa del Estado volvió ayer por sus fueros con la política oficial de inaugurar obras públicas en suelo del conurbano bonaerense. Lo hizo acompañada por su marido y titular del PJ, Néstor Kirchner; el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y el intendente de Berazategui, Juan José Mussi, entres otro funcionarios.
Fue un acto de manual kirchnerista. Mucha gente fue llevada en ómnibus, hubo empleados de la empresa pública de ocasión (en este caso AySA) que se movían por las incipientes instalaciones de la planta -sólo se ha construido una caja rectangular de concreto, aún vacía en su interior- y una pantalla gigante y despliegue técnico para que la Presidenta pudiera interactuar, mediante videoconferencia, con vecinos y funcionarios ubicados en otros puntos de Berazategui.
Tan clásico fue el despliegue que Cristina Kirchner repitió la fórmula de anunciar una de las típicas buenas noticias que le gusta anticipar antes de que lo hagan los funcionarios del área correspondiente, en este caso, comercio exterior.
Superávit comercial
"Quiero decirles que en 2008 batimos el récord de exportaciones argentinas: más de 70.000 millones de dólares vendidos al mundo, con superávit comercial", informó. Y se jactó: "Yo fui la Presidenta en 2008".
Antes, la Presidenta había encabezado un auténtico reality show . Con la pantalla gigante partida, se podían ver imágenes en directo de otros tantos puntos del partido de Berazategui en los que se desplegaba una frenética actividad de obras públicas y desde donde se comunicó con vecinas de esos barrios.
-Hola, Cora, ¿cómo estás? -interrogó la Presidenta a una señora, previa presentación de Mussi-.
-Muy bien, encantada de verla -respondió Cora, mientras de fondo se veía el movimiento de varias máquinas viales. El mismo esquema se repitió con otras dos vecinas (Eva y Doris). Para el cierre de la visita dejó el Hospital Evita Pueblo. Allí, la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y su par de Salud bonaerense, Claudio Zin, esperaron para entregar un tomógrafo.
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