Alrededor de 200 familias con casas inundadas, derrumbadas o a punto de caer; pérdidas de mobiliarios, calles anegadas; cortes de energía y agua potable y una gran extensión de hectáreas en producción perdidas, fue el saldo de la larga tormenta de lluvia y granizo que se azotó la zona norte de Jáchal, ayer por la madrugada.
Con estas consecuencias, el temporal se transformó en el más fuerte de este lluvioso verano en San Juan. Inclusive ocasionó mayor cantidad de daños que la tormenta que azotó a Caucete en noviembre pasado y dejó un saldo de 126 familias afectadas.
En esta oportunidad, además de la gran cantidad de agua que cayó, la lluvia provocó en Jáchal que algunos canales de riego colapsaran, por lo que el agua comenzó a correr por las calles y a entrar a las viviendas. Pero según indicaron las autoridades del Departamento de Hidráulica no hubo inconvenientes con las defensas del río, por lo que no se produjeron desbordes.
Según Carlos Domínguez presidente del Concejo Deliberantes del departamento, la lluvia precipitó desde las 0.30 hasta las 6.30, es decir durante 6 horas, y afectó a las localidades que integran la zona de Pampa del Chañar. Se trata de Villa Mercedes, Gran China, El Médano, La Frontera, La Represa, Entre Ríos y La Legua. En estos lugares, gran parte de las construcciones son de adobe y, según explicaron las autoridades del municipio, eso fue lo que provocó que haya 200 familias con inconvenientes en sus viviendas.
Durante las mañana de ayer, mientras Gendarmería, personal de la Municipalidad y miembros de Acción Social recorrían el lugar ayudando a los damnificados, los lugareños también socorrían a sus vecinos y comentaban que desde el año 1974 no veían un temporal similar.
Mientras, los chacareros observaban sus tierras con lágrimas en los ojos. Es que las plantaciones de cebolla y alfalfa quedaron completamente cubiertas por el agua por lo que, según dijeron, toda la producción se perdió. En cuanto al granizo, explicaron que no cayó demasiado y que era pequeño. En cuanto a números oficiales, las autoridades aún no tienen cifras en cuanto a la cantidad de hectáreas y de producción afectadas.
En relación a la cantidad de personas evacuadas, Dominguez comentó que hay un total de 130. De ellas 40 están en la escuela Alejandro Fleming en la localidad de Gran China, 30 en la escuela Marcos Sastre en La Frontera, 40 personas fueron recibidas en la escuela Rubén Darío de El Médano y 20 más en la escuela 24 de Septiembre en Villa Mercedes.
José Luis Asiar, coordinador de Acción Social, que está a cargo de los operativos de ayuda a las familias afectadas por la lluvia explicó que "entre las 200 familias afectadas hay muchas que no quieren ser evacuadas porque se niegan a abandonar sus viviendas". Por este motivo desde el organismo intentan asistirlas con palos y nylons para que puedan mejorar las condiciones de sus casas. Según señaló Asiar estos elementos serán otorgados por el Ministerio de Desarrollo Social por lo que ellos deben completar el informe de los daños y mandar a pedir los materiales. La ayuda llegaría hoy por la mañana.
TEMPORAL EN JÁCHAL
Dos situaciones que se repitieron 200 veces
Por su hijo
Mirta Maldonado estuvo toda la mañana de ayer sacando muebles de una casa ubicada en Villa Mercedes, que estaba cubierta de barro y a punto de caerse, según informaron desde la policía. Pero esa no era su casa, sino que se la habían prestado a su hijo Carlos, su mujer y a su hijito de un año, para que vivieran junto a dos familias más.
"No me quiero imaginar cómo se va a poner mi hijo cuando vuelva y vea esto", decía Mirta con la voz entrecortada, mientras cargaba los pocos muebles que quedaban para resguardarlos en la escuela de la zona. Es que Carlos está trabajando en la montaña y regresará mañana. "Mi hijo buscó trabajo mucho tiempo y no conseguía, trabajaba cosechando cebolla. Y ahora que encontró trabajo en la mina y estaba contento, va a volver y se va a encontrar con esto", se lamentaba la mujer.
Es que la joven pareja, además de haberse quedado sin techo perdió gran parte de sus muebles que fueron arrastrados por la corriente. "Los vecinos me contaron que en la madrugada vieron cómo las sillas y los sillones corrían por la calle", dijo Mirta. Y señaló que su nuera se quedaría en casa de su hermana, mientras las otras dos familias serían evacuadas en la escuela.
"Ahora tendremos que pedir al gobierno que nos de una casa para mi hijo y su familia, porque ellos la están tramitando desde hace tiempo pero no la consiguen", contó la mujer, mientras no dejaba de imaginar a su hijo volviendo de la montaña.
Evacuados
Ayer a la 1 de la tarde, María Ester de Tejada permanecía sentada junto a sus tres hijos de entre 3 y 7 años en la escuela Alejandro Fleming ubicada en la localidad de Gran China. En ese momento ella era parte de una de las 5 familias evacuadas en el lugar.
Mientras estaba allí, comentó con tristeza lo que había sucedido en su casa la noche anterior: "A las 5.30 comenzó a entrar el agua e intentamos con mi marido poner bolsas en los zócalos pero no pudimos frenarla. Yo estaba muy asustada y rogaba que amaneciera porque a la noche todo es peor", dijo con los ojos fijos. Y continuó su relato contando que al ver la gran cantidad de agua que entraba en la vivienda la pareja decidió llevar a los niños a la casa de una vecina, que estaba en mejores condiciones, para protegerlos.
"Nos quedamos sin nada, al gallinero se lo llevó el agua, la casa está cubierta de barro y la mayoría de los muebles están mojados", dijo la mujer. Aunque señaló que a pesar de eso su marido optó por permanecer en la vivienda. En cuanto al trabajo del hombre, María Ester comentó que es agricultor, pero que no sabía qué iban a hacer para vivir después de esta tormenta ya que sus plantaciones de cebolla quedaron inundadas, al igual que la huerta. "Nos quedamos sin nada. Es muy triste porque el esfuerzo que hicimos para plantar nuestras tierras y construir nuestra
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