La gravedad de la sequía que afecta gran parte del área productiva nacional no sólo se refleja en el testimonio de los productores que se ven obligados a liquidar su hacienda (o verla morir de hambre) o de aquellos que ya se resignan a rindes agrícolas muy inferiores a los promedios de los últimos años. El impacto de la severa falta de agua será tangible en una importante merma de los ingresos en los bolsillos de los agricultores y ganaderos, que se trasladará a los municipios y gobernaciones por la postergación o eximición del pago de impuestos y créditos, como consecuencia de la declaración de emergencia o desastre agropecuarios.
Se estima que hasta el momento, a causa de esa persistente sequía, la producción agrícola dejará de facturar 3600 millones de dólares. A esa cifra llega Gustavo Oliverio, coordinador de la Fundación Producir Conservando, a partir de calcular un valor promedio para el trigo, el maíz y la soja de 180 dólares la tonelada.
Según el especialista, la producción total de granos sería de 78 millones de toneladas, 20 millones menos que en la campaña anterior en que se recolectaron 98 millones de toneladas. Oliverio subraya que "la disminución de producción hay que circunscribirla al día de hoy porque si no llueve en una semana habrá que seguir descontando alrededor de 5 o 6 millones de toneladas".
En su opinión, la producción total de soja se ubicaría entre 44 y 45 millones de toneladas; la de trigo en 8,4 millones de toneladas, la de sorgo en 3,5 millones de toneladas y la de girasol en 3 millones de toneladas. El valor de exportación total ascendería a 22.000 millones de dólares, contra 32.500 del año pasado; la disminución es de aproximadamente 10.500 millones de dólares, según agregó Gustavo López, de Agritrend.
López señaló, además, que la recaudación final por retenciones llegó el año pasado a 9950 millones de dólares; esa cifra en el presente año ascenderá a 7000 millones de dólares. "El Estado deja percibirá por retenciones US$ 3000 millones menos que el año pasado". sostuvo López, quién recordó también, que el año último cuándo las exportaciones fueron de 32.500 millones de dólares, los envíos al exterior del agro representaron el 45% del total de las exportaciones argentinas.
"Con este porcentaje nadie puede tener dudas de la importancia que representa en la economía nacional, la cadena agroindustrial de nuestro país", enfatizó López.
El especialista apuntó que si bien las grandes pérdidas se deben fundamentalmente a la sequía, "no se debe dejar de mencionar la baja rentabilidad del sector y la menor aplicación de tecnología por costos y por la permanente incertidumbre por la que atraviesa el productor rural".
El relevamiento permanente de la evolución de la campaña agrícola que efectúan técnicos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires indica que hasta el momento, la cosecha de trigo es la más baja de las últimas dos décadas, con menos de 9 millones de toneladas. La caída se debe, en buena medida, a la menor producción del sudeste bonaerense por extrema sequía, con rindes promedio de 1000kg/hectárea.
"En comparación con la campaña 2007/2008, donde los rendimientos en el norte y oeste de Buenos Aires, centro sur de Santa Fe y Córdoba superaron las expectativas, para esta zafra estuvieron muy por debajo de lo estimado en la precampaña; además, las cuencas trigueras del sur bonaerense y de La Pampa, donde se genera el 48% del volumen del cereal, fueron seriamente afectadas por la falta de agua. Como consecuencia, la producción promedio a nivel nacional fue de sólo 2070 kilos por hectárea. La merma de la cosecha respecto de la anterior sería de 6,5 millones de toneladas", señala el informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, emitido ayer.
En cuanto al maíz, se logró cubrir el 96,2% de la superficie destinada a grano comercial; las estimaciones indican que el área sufrió un nuevo recorte y que se ubicaría en 2,38 millones de ha, teniendo en cuenta que muchos productores optaron por no implantarlo. El cereal ya definió rendimiento en la mayoría de las áreas productivas, por lo que las lluvias pronosticadas para el resto del verano llegarían tarde.
Por otra parte, hasta ayer se había recolectado el 9,1% del área útil (2,071 millones de ha) de girasol en Chaco, Santiago del Estero, Entre Ríos y norte santafecino. Por la seca y las altas temperaturas, la productividad ha caído en comparación con la campaña pasada.
Respecto de la soja, avanzó la siembra en un área importante del Chaco, gracias a las lluvias abundantes de la última semana (superiores a 50 milímetros). El noroeste santafecino, el centro este de Santiago del Estero y el centro sur de Entre Ríos recibieron aportes de agua similares. Otras áreas beneficiadas, aunque en menor medida, fueron el sur de Santa Fe y zonas puntuales del sudoeste de Córdoba. Hasta el momento se sembraron 16,3 millones de ha, un 89,7% de la superficie estimada en 18,2 millones de hectáreas. El retraso en la siembra es del 7% respecto de la campaña 2007/2008.
Suben los precios de la soja y del maíz
La falta de humedad en los suelos y la posibilidad cada vez más cierta de que las cosechas resulten inferiores a las esperadas a principios de la campaña son factores que por estos días están potenciando la mejora de los precios de los granos, no sólo en el nivel local, sino también en el exterior. Ocurre que la Argentina es el primer proveedor mundial de harina y aceite de soja y el segundo exportador de maíz. Ayer la Bolsa de Chicago, principal referencia mundial para el valor de las materias primas agrícolas, cerró con ganancias del 2,56 y del 7,05% para la soja y el maíz, respectivamente. En el mercado argentino, la oleaginosa aumentó $ 20 y se cotizó a $ 890 por tonelada, mientras que el cereal, que también subió $ 20, se negoció a $ 370 (se amplía en la página 5). Lo que ocurra durante el fin de semana en materia climática tendrá impacto sobre las cotizaciones a partir de pasado mañana.
Crítica situación en el interior
Sigue agravándose el perjuicio por la ausencia de precipitaciones abundantes
El secretario de Agricultura de Santa Fe, Carlos Sartor, señaló que habría unos 600.000 animales menos en la provincia, a causa de la mortandad, del traslado y de la venta de hacienda. "A futuro se esperan bajos índices de preñez y destete", sostuvo.
Sartor agregó: "Les estamos sugiriendo a los productores que tienen que achicar sus planteles y adecuarse a esta nueva realidad en cuanto a la posibilidad de carga de los campos en lo que a hacienda se refiere, agregó.
En Buenos Aires ya hay 21 partidos con la emergencia o el desastre declarados. Los productores de Nueve de Julio sostienen que las pérdidas son mayores al 50% en soja y en maíz y que en los próximos días se agotará el pasto para alimentar al ganado. "Ya está habiendo liquidación de planteles porque no es negocio tener las vacas en el campo", indicó Carlos Etulain, productor de Bragado.
En algunos lugares complicados -San Pedro, Ramallo-, cayó anteayer por la tarde una lluvia regular de entre 30 y 40 milímetros; sin embargo, lugares cercanos recibieron un aporte menor a 10 milímetros.
La decisión de declarar la emergencia en los distritos afectados repercute en las cuentas de la provincia. Según estimaciones del Ministerio de Asuntos Agrarios bonaerense, sólo en concepto de impuesto inmobiliario rural se resignarían, hasta el momento, unos $150 millones. A eso hay que sumarle la postergación de los cumplimientos de las cuotas de préstamos del Bapro.
"En La Adela hay al menos el caso de un productor agropecuario que dejó todo. ¡Vendió todas sus vacas! La situación realmente es desastrosa. Se necesita urgente ayuda financiera", dijo ayer el subsecretario de Agricultura de La Pampa, Enrique Schmidt, a un medio local.
En Jacinto Arauz, en tanto, están desapareciendo los tambos. "Un productor tambero, que producía 20 litros por vaca, ahora está sacando de promedio 2 litros por vaca y por día. ¡Solo dos litros! Sigue con el tambo porque no tiene otra opción para alimentarse", sostuvo Schmidt.
Los antiguos depósitos de quesos de los tambos y fábricas ahora tienen otro fin. "Los tamberos están desarrollando un sistema para hacer germinar pasto. Como están vacíos, ponen bandejas con granos para que brote pasto. Con eso alimentan a las vacas", expresó. En la zona de cría las vacas se están alimentando solamente con la chaucha de caldén, que es lo único que queda.
Para el Ministerio de Agricultura y Ganadería cordobés, en cambio, el estado de la cosecha gruesa en general es bueno; sólo un 10% se encuentra en estado crítico por la sequía. Sin embargo, las estimaciones oficiales difieren sustancialmente de la opinión de agricultores y entidades técnicas del sector, que acusan un porcentaje mayor de incidencia del factor climático. Desde el ámbito estatal, el director de Estimaciones del ministerio, Luis Pizarro, aseguró que sobre 5 millones de hectáreas sembradas con soja, sólo un 10% es la que se encuentra en situación crítica.
Pasado mañana, productores entrerrianos acudirán a la Casa de Gobierno para pedir que se declare la emergencia agropecuaria sin mayor demora.
Los cultivos de soja y maíz de los departamentos salteños de Metán y Rosario de la Frontera, en el Sur, y Anta, en el Este, soportan las consecuencias de la sequía al igual que el ganado en la zona de Los Andes. El presidente de la Asociación de Productores de Legumbres del NOA, Natalio Iglesias, calificó de "crítica" la situación".
Informes de Analía H. Testa y de los corresponsales de La Plata, Santa Fe, La Pampa, Córdoba, Entre Ríos, y Salta
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