Las primeras estimaciones de los costos que tendrá la sequía más grave de los últimos 70 años indican que el campo perderá entre 10 mil y 21 mil millones de pesos, según la fuente a la que se consulte. La clave para saber el quebranto total depende de lo que suceda con la cosecha de las soja, que aún esta a tiempo de salvarse a pesar de la falta de lluvias, y de lo que sigan demorándose las precipitaciones. Un relevamiento de Crítica de la Argentina determinó que los consultores agrícolas privados son los más optimistas ante la crisis. Del otro lado, los más pesimistas son los técnicos de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), un sector hipercrítico del Gobierno. Desde el sector oficial, el gobierno nacional todavía no tiene una estimación de las pérdidas. En tanto, los informes realizados en las provincias afectadas determinaron que la sequía impactará de lleno en las economías de cada una de ellas. Santa Fe es el distrito del interior más problematizado.
El quebranto abarca los principales cultivos que tiene la Argentina: soja, maíz, trigo y girasol. Tampoco quedó a salvo el ganado: alrededor de un millón y medio de cabezas murieron por la seca, según cálculos privados.
Un trabajo distribuido ayer por la CRA estima que los daños ocasionados por la sequía ascienden a 21 mil millones de pesos. Los datos fueron relevados en las provincias de Santiago del Estero, Santa Fe, Buenos Aires, La Pampa, Río Negro y Chubut.
La soja es uno de los cultivos más afectados. En la precampaña se preveía una cosecha de 50 millones de toneladas pero la CRA calcula que se perderán cerca de 12 millones, la cuarta parte del total, a pesar de que enero no es el mes cuando más agua se necesita para el desarrollo de la oleaginosa. El mes crítico es febrero.
Los problemas también aquejan a la ganadería. El técnico de Coninagro Daniel Assef dijo a este diario que cerca de un millón y medio de cabezas de ganado se perdieron por esta sequía, lo que representa una pérdida de más de 2 mil millones de pesos para el sector. También se registraron graves daños en el rubro lechero, pero aún no han sido cuantificados. La producción de leche viene en caída desde mitad del año pasado, en medio de la extensa pelea del Gobierno con el campo.
Algunos analistas privados estiman que las consecuencias de la sequía no serán tan catastróficas como estima la CRA: prevén que se perderán siete millones de toneladas de soja en lugar de las 12 millones previstas por la agrupación rural y que las pérdidas totales serán por unos 10 mil millones de pesos. Según las estimaciones, la soja que se destruirá por la sequía alcanzará los 7 millones de toneladas, el maíz 2,5 millones y el trigo 1,6. También contabilizan quebrantos por miles de muertes de ganado.
“Si la situación persiste por 30 días, el informe de la CRA será optimista porque el mes crítico de la soja es febrero”, explicó Ricardo Baccarín, de la corredora Panagrícola.
Baccarín hizo hincapié en que “nadie piensa que puede haber más de 15 millones de toneladas de maíz y 45 millones de soja”. Todo depende de cómo continúe el clima. Si comienzan las lluvias, el panorama para la oleaginosa puede ser mejor”, afirmó Baccarín. Todos los analistas privados consultados por Crítica de la Argentina enfatizaron que la sequía tendrá efectos en los años venideros tanto en el ganado como en la agricultura. Por otra parte, el maíz, que empieza a cosecharse en marzo, atravesó su periodo más crítico sin agua y pronostican pérdidas por 875 millones de pesos.
PROVINCIA POR PROVINCIA. Santa Fe es las más afectada por la catástrofe. Según informó a Crítica de la Argentina el secretario de Sistemas Agropecuarios de esa provincia, Carlos Sartor, las pérdidas globales ya alcanzan a 2.800 millones de pesos. En la provincia ya se perdieron medio millón de cabezas de ganado, equivalente a unos 225 millones de pesos. A la actividad agrícola le va peor. Impactó fuerte sobre los cuatro cultivos principales: la soja, el maíz, el trigo y el girasol. También sufrieron perjuicios los cultivos de algodón, caña de azúcar y la cadena de la frutihorticultura, aunque en menor medida.
Por su parte, el encargado de Estimaciones Agrícolas del Ministerio de Agricultura de la provincia de Córdoba, Luis Pizarro, aseveró que la cosecha de trigo en ese distrito fue una de las peores de los últimos años. Se sembró un 30% menos que en la campaña anterior. Eso representará más de 500 millones de pesos, calculó el funcionario.
En Buenos Aires y La Pampa, las zonas con mayores pérdidas son Patagones, Villarino, Bahía Blanca, Puán, Tornquist, Saavedra y Alsina. El cálculo efectuado por fuentes ruralistas indica que alrededor del 60% del área sembrada de trigo no podrá cosecharse, esto equivale a un rojo de 520 millones de pesos.
Un rezo para que llueva rápido
El primer orador del acto realizado ayer en la sede de la Rural de Mar Chiquita no fue un ruralista. Con una Biblia y una estampita de la Virgen de Luján en la mano, el vicario general de Mar del Plata, el padre Armando Ledesma, tuvo una misión especial: desde el escenario rezó para que lloviera. “Derrama, Señor, torrentes de agua sobre la tierra desértica y reseca, peina con el rocío de tu espíritu las cabelleras doradas de los trigales”, rogó. En ese momento la temperatura superó los 32 grados. El cielo estaba despejado. Al menos, como consuelo para los chacareros, su presencia fue interpretada como un respaldo de la Iglesia.
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