Durante el mes de diciembre, cuando se produjo la mortandad de miles de peces en el embalse, había un grado de contaminación medio alto en el agua, según se desprendió del informe realizado por la Subdirección de Fauna, la Dirección de Obras Sanitarias y la Secretaría del Agua.
En la oportunidad el subdirector de Fauna de la Provincia, ingeniero Goles, en diálogo con Nuevo Diario precisó que los resultados de los análisis del agua del embalse de Río Hondo dan como resultado “un alto contenido de material orgánico en la desembocadura de los ríos, una conductividad media y una presencia de residuos secos bastante elevados”.
Además, puntualizó que el grado de PH, es decir la tendencia de acidez y alcalinidad, “es levemente básica, pero la turbidez es bastante elevada”.
También se detectó un alto contenido de fósforo disuelto y la Demanda Química de Oxígeno (DQO) es sumamente alta.
Todos esos resultados dejan ver que en el lago que recibe la desembocadura del río Salí y del río Marapa provocaron que se registre un “alto grado de contenido de elementos orgánicos en descomposición”, ya que las corrientes de agua arrastran material “de fábricas e ingenios, y otros materiales orgánicos, para que se diluyan en el río y se complete el ciclo de degradación biológica”.
El hecho que produjo la tragedia y la enorme cantidad de peces muertos es porque “el contenido de agua de los ríos no era suficiente para diluir y cumplir el ciclo de degradación y como consecuencia de ello ocasionaron la explosión de algas, turbidez y como consecuencia la falta de oxígeno”.
La situación actual
Asimismo, Goles precisó que actualmente en el lago ha ingresado bastante agua y subió el nivel del caudal, “por eso no se observan las manchas que se habían presentado en el mes de diciembre pasado”.
Además, precisó que colaboró con la limpieza del agua el hecho de que en las últimas dos semanas ha llovido bastante y como consecuencia de ello se ha diluido gran parte del material orgánico que estaba en suspensión.
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