Los productores lecheros santiagueños también padecen los estragos que provoca la sequía y sus consecuencias en la producción.
Al respecto José Bertero, de Selva, manifestó que la producción cayó un 50 por ciento y “la situación es catastrófica”, ya que además resaltó que no sólo bajó la producción, “sino que además esto lo vamos a sentir en los próximos años, porque lo que se está perdiendo no se va a recuperar rápidamente”. Es así que consideró que “esta es la peor sequía de los últimos cinco años, porque antes pudimos conservar agua para la época de sequía, pero ahora no lo hemos podido hacer porque desde hace 5 años que en la provincia llueve menos de la media anual”.
Por ello agregó que además disminuyó el “aspecto reproductivo, porque es difícil que las vacas queden preñadas”, a lo que además agregó que el ganado perdió su valor “porque estamos vendiendo a precios irrisorios, incluso 40 por ciento menos del valor que corresponde, debido a que no se los puede mantener e incluso es difícil alimentarlos por la falta de pasturas”.
Es así que en varias zonas se está produciendo la muerte de la hacienda, “porque no hay pasturas ni alfalfa, ya que la producción también cayó y mucho”.
Pero la lluvia que se produjo días atrás “trajo un poco de alivio y las pasturas pudieron revivir”, señaló.
La perspectiva
Si bien el agua caída trajo alivio, “no es la solución, porque necesitamos que en los próximos 20 ó 30 días se produzca una lluvia importante, de por lo menos 200 milímetros, y que después se produzcan precipitaciones más continuas para mantener la humedad en la tierra”. Es así que “muchos de los que nos dedicamos a esta actividad no sabemos qué va a suceder porque hay mucha incertidumbre y las perspectivas no son para nada buenas en estos días porque los pronósticos climáticos tampoco son alentadores”, finalizó.
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