Las lluvias aisladas registradas en las provincias pampeanas durante el fin de semana no alcanzaron para revertir ni atenuar la desesperante sequía que ya causó millonarias pérdidas en el sector rural.
"La lluvia fue muy escasa. No alcanzó en absoluto", dijo Pedro Apaolaza, presidente de Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap). El dirigente agregó que ya hay 42 municipios bonaerenses en situación de desastre. "Pedimos que se reconozcan otros 12. Es decir que 54 comunas, de 134, están en una situación de emergencia", agregó. El fin de semana último llovió entre 1 y 10 milímetros en distintos puntos de la provincia de Buenos Aires. Los productores esperan al menos 100 milímetros para salvar las cosechas.
En Santa Fe, las lluvias de unos 15 a 25 milímetros promedio en la mayoría de los departamentos del centro norte provincial no alcanzaron para atemperar las consecuencias de la peor sequía de los últimos 100 años, que compromete la producción agroganadera.
En el sur santafecino, el panorama no es muy diferente. Según especialistas, unos 150 kilómetros a la redonda de Rosario, la zona donde está radicado el mayor polo aceitero del país, recibieron un 40% menos de agua que el año pasado. El panorama es tan complicado que el propio arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, pidió que los santafecinos elevaran una oración a Dios "pidiendo por el don de la lluvia, tan necesaria y esperada por nuestro pueblo".
El secretario técnico de la Federación Agraria Argentina en Entre Ríos, Alfredo Bel, fue muy gráfico a la hora de describir la situación: "Ha caído tan poca agua que las lluvias no deben contarse por milímetros, sino por gotas." Según Bel, las lluvias fueron insuficientes y localizadas sólo en el sur de su provincia, con algunos chaparrones de entre 10 y 12 milímetros, pero no hubo alivio para la zona núcleo de la actividad agroganadera entrerriana.
Reunión en Entre Ríos
La sequía será el asunto convocante de una reunión que mantendrán hoy productores rurales con el gobernador entrerriano, Sergio Urribarri, y autoridades de la Secretaría de la Producción provincial. "Así como se mueren los animales, se están muriendo el sorgo, el girasol, la soja y todo lo que está plantado, que atraviesa una situación severa y desesperante", describió Bel. El gobierno entrerriano emitió un decreto que declara la emergencia agropecuaria ante el alcance de la sequía. Pero la declaración debe ser homologada por el Estado nacional.
En La Pampa, solamente en la noche del sábado y la madrugada de ayer pasó una tormenta por el norte provincial que alcanzó a cinco pueblos y cuyo registro promedio fue de entre 5 y 10 milímetros. Casi todo el territorio pampeano está en emergencia o, directamente, en desastre agropecuario provincial.
En tanto, el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, estimó ayer que la cosecha fina y gruesa 2008/2009 tendrá un rendimiento promedio de "menos de la mitad" que el ciclo anterior por la sequía.
Informes de María José Lucesole (La Plata), José E. Bordón (Santa Fe), Sergio Romano (Santa Rosa) y Jorge Riani (Paraná).
|
|
|