Los dirigentes de las Sociedades Rurales de General Pueyrredon, Balcarce y General Alvarado reclamaron al Gobierno nacional que declare el "desastre agropecuario" en los tres partidos del sudeste bonaerense, como consecuencia de la dura sequía que está afectando a gran parte del país.
Según Fermín Echeverría -Balcarce-, Alberto Rubén Santos -Mar del Plata- y Luis Aceituno -Mar Chiquita-, la máxima categorización de las consecuencias del fenómeno meteorológico les permitiría a los productores contar con mayores restos económicos para "pasar el invierno", al implicar exenciones automáticas en el pago de impuestos nacionales y provinciales y de tasas municipales, así como la prórroga de los vencimientos de cuotas crediticias, en el caso de los que las tuvieran.
Estas medidas deberían estar acompañadas, según los dirigentes zonales, por una "drástica reducción" de las retenciones y la apertura de las exportaciones, tanto para las carnes como para los granos.
"Y después que nos dejen hacer" resumieron los hombres de campo, quienes cuestionaron las medidas adoptadas por el Gobierno nacional con el objetivo de paliar la situación. "No sirven para nada" resumieron, tajantes, en diálogo con LA CAPITAL.
El panorama
Convocados por LA CAPITAL, tanto Santos como Echeverría y Aceituno hicieron una dura descripción de las consecuencias que la situación climática -una de las más duras de los últimos cien años- está trayendo aparejada para la zona.
En el caso de Echeverría, describió que "hoy hay muchos lotes en los que no se está sembrando la soja, a pesar de que los productores tienen los insumos comprados y arrendados los terrenos" en tanto que el maíz "tuvo una caída del 80%".
"El girasol también anduvo flojo y la cosecha fina de cebada y trigo tuvo muy bajos rendimientos" añadió Echeverría, quien remató recordando que "en los últimos días se incendiaron en la zona nada menos que 12.000 hectáreas, lo que no sólo afectó campos sino también cascos de estancias, galpones y vehículos".
En General Pueyrredon el panorama no es demasiado distinto. Santos describió que "tenemos grandes problemas con las cosechas. El trigo cayó entre un 30 y un 50% en tanto que en el maíz los rindes mermaron más de un 60%. El girasol fue lo único que tuvo un rendimiento más o menos positivo, en tanto que la soja tuvo rindes muy bajos y hay problemas con la soja de segunda en los casos en que se sembró, porque si bien los productores querían sembrar, se encontraron con una situación tan complicada que muchos tuvieron que renunciar".
Tras calificar de "crítico" el panorama de la ganadería y advertir que "ya hay abortos en preñez", Santos explicó que en General Pueyrredon también hubo varios problemas por incendios en zonas como la ruta 226 y el camino viejo a Miramar. "En el caso de la estancia Santa Isabel el fuego estuvo a punto de llegar al casco", describió.
Por su parte Aceituno relató que en Mar Chiquita el trigo "tuvo muy malos rindes" y que la "soja de segunda, en los casos en que se sembró, no nació". Añadió que el maíz "tuvo una merma de entre el 60 y el 70%" y que el girasol "también rindió menos de lo normal".
El dirigente marchiquitense recalcó que "en este panorama no sólo influyó la sequía sino el hecho de que los productores sembraron con muchos menos insumos que los que correspondían, como consecuencia de la política aplicada por el Gobierno nacional".
El problema más grave de General Alvarado, sin embargo, pasa por la ganadería. Aceituno recordó que "el nuestro es un partido eminentemente ganadero" y advirtió que la situación "es crítica y lo seguirá siendo durante todo el año".
"Ya están empezando los abortos -describió-. Se han vendido vacas a 70 centavos el kilo, lo que da un total de 250 pesos: menos que un par de zapatillas. Además, los productores están obligados a vender antes los terneros, porque las madres están sufriendo por falta de leche. Esto derivó en la venta de animales de 130 kilos a tres pesos: una locura".
En este contexto, el dirigente recordó que "muchas veces esas ventas son el único ingreso que tendrá el productor de campos de cría" y resumió: "Si el productor mal vende, mal vive. Y si el productor está mal, todo el interior está mal".
Desastre y no emergencia
La declaración del "desastre agropecuario" -ya no emergencia- es, según los productores zonales, la primera medida que debería adoptar el Gobierno ante este panorama.
"Al presidente de Uruguay (Tabaré Vázquez) le bastó sobrevolar los campos en un avión para entender que debía declararlo" ejemplificaron los dirigentes, quienes explicaron que la declaración del desastre les implicaría la exención automática en el pago de impuestos nacionales y provinciales y de tasas municipales, en tanto que diferirían los vencimientos crediticios.
También recalcaron que "ya no pedimos la emergencia sino directamente el desastre" y lo justificaron argumentando que "es menos burocrático y es a largo plazo, en tanto que la emergencia es solamente por 180 días".
"A esta altura a nadie le cabe duda de que las consecuencias superarán los seis meses" reflexionaron y pusieron como ejemplo que "no hay pasto: todo es tierra devastada. Como está la situación, en otoño el pasto no va a crecer, con lo que todo el año va a estar comprometido".
"La declaración de desastre nos permitiría tener un resto económico para hacerle frente a este año", recalcaron para luego señalar que el paquete debería completarse con una reducción en las retenciones a las exportaciones, así como la apertura de exportaciones tanto de carnes como de granos.
"Esas son las medidas que hay que adoptar, no lanzar medidas que no le sirven a nadie, como las líneas de créditos para comprar cosechadoras -cuestionaron-. Eso es como darle plata a un desocupado para que se compre una heladera: no sirve. Los hombres de campo no pueden ni quieren endeudarse más", concluyeron.
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