El Municipio analiza aumentar el precio de cobro de agua potable a las empresas que envasan el producto, tras las fuertes «pérdidas» ocasionadas en la toma de una cisterna que abastece a toda la zona del Casco Viejo.
Las empresas que utilizan el agua para envasar la extraen de la red pero también de las tomas de agua potable. Por ejemplo, un camión de 10 mil litros paga unos 30 pesos por carga, según informaron ayer fuentes comunales a este diario.
Una fuga en una toma hace que desde hace tiempo se pierda poco más del 25 por ciento del agua que se distribuye en el centro. La situación de abastecimiento se complica en estos días por las altas temperaturas que incrementan el consumo de agua.
La novedad se conoció ayer tras la inminente clausura de la toma de agua ubicada al pie de una cisterna de 500 mil en el barrio Sarmiento. La boca es utilizada por camiones regadores y las compañías que comercializan el líquido en bidones.
Aumento
La comuna analiza llevar el cobro del agua de 30 a unos 80 pesos por carga, debido a la escasez del vital elemento que hay en estos días, producto de la creciente demanda, el llenado de piscinas y por vecinos que extraen agua directo de la red.
Hace tiempo que los vecinos del barrio Sarmiento que viven en la zona comprendida entre las calles Costa Rica, Honduras y 9 de Julio advirtieron que la toma tiene una pérdida que provoca una merma de presión hacia la zona del bajo.
Ayer, técnicos de la comuna aseguraron que la boca se clausurará en breve, por lo que los camiones de las empresas tendrán que buscar el producto en la planta de agua, donde se abonará el mismo con un mayor control de la situación.
«Sabemos que estamos perdiendo mucha agua y nos dicen que por la noche paran camiones a sacar agua potable de esa toma que pierde. Así que se va a cerrar este verano», confió un integrante del equipo técnico.
El tanque de 500 mil litros abastece al Casco Viejo por desnivel ya que éste último está ubicado unos seis metros más abajo que la cisterna.
A la vez, ese tanque se llena con otro reservorio de unos 3 millones de litros ubicado en la meseta.
“Río” de agua potable
La pérdida existente en el tanque que abastece al centro de la ciudad es conocida por los vecinos. Se trata de un desajuste en una válvula por problemas de presión, y para ello hay que hacer una reforma que sería inviable para la comuna.
Desde la boca del tanque donde se inyecta agua a los camiones existe una fuga que vuelca el agua hacia las calles.
Miles de litros del vital elemento se pierden cada hora y un río de agua potable corre por las calles hasta el desagüe. Pero también hay quienes utilizan esa fuga de líquido para hacer “negocio propio”. Algunos testigos aseguran que por las noches camiones no municipales ingresan al predio para extraer agua potable, sin autorización municipal.
Un precio para la polémica
El cobro del agua potable a las empresas que envasan el producto siempre fue polémico en esta localidad, lo que derivó en sendos pedidos de informes hacia el Ejecutivo durante la anterior gestión dentro del Concejo Deliberante.
Es que es casi insólito pensar que el agua potable, conociendo la escasez mundial, tiene precios irrisorios de venta a las empresas. Unos 30 pesos por 10 mil litros de agua cobra la comuna por un insumo que quintuplica el precio de venta.
El precio del cobro de agua potable a los usuarios comunes también sigue siendo bajo comparado con otras localidades neuquinas. Hasta hace dos años un contribuyente abonaba unos 3 pesos mensuales por el servicio y hoy no más de 8.
Cada año el recurso vital es más escaso debido a las nuevas conexiones que se hacen a la red sobre todo en los barrios y tomas más alejadas. La mayoría de esos sectores tiene dificultades para tener un servicio las 24 horas.
Pero el problema está centrado en las empresas que no tienen un precio diferencial del usuario común y obtienen el líquido de la red para envasar el producto. Para muchos esta operación sería «injusta» aunque pocos señalaron la situación.
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