Unos 21 municipios de Beni, Cochabamba y Santa Cruz son altamente vulnerables a las inundaciones. No se trata sólo de aquellos que son víctimas de las lluvias y los desbordes de ríos, sino también de los que por diversas razones tienen muchos problemas para responder adecuadamente al desastre.
Los 21 municipios fueron identificados como de alto y muy alto riesgo en el Atlas de las amenazas, vulnerabilidades y riesgos de Bolivia, elaborado por la Fundación Oxfam Gran Bretaña, la ONG Fundepco y otras instituciones.
El estudio sostiene, además, que 74 municipios se encuentran en el rango de riesgo medio de inundación; en tanto que los restantes 232 se hallan en riesgo bajo.
Esta clasificación, aclara el Atlas, toma en cuenta no sólo la historia de las inundaciones en el país, la historia de los municipios que más se inundan, sino también el alcance o efecto de la amenaza en cada caso: una cosa es la inundación en el municipio capital de departamento Santa Cruz y otra, por ejemplo, en San Julián o Cuatro Cañadas; hay diferencias en cuanto a la magnitud del daño, el nivel de las pérdidas, la superficie afectada o, incluso, el periodo en que ocurre el desastre.
De aquí que los investigadores insisten que el problema no es que haya las inundaciones a raíz del desborde de los ríos, sino cómo está preparada determinada población para responder a la inclemencia; el problema, entonces, son las obras de prevención que se puedan hacer frente a las lluvias y crecidas de ríos.
El coordinador de Gestión de Riesgos y Adaptación de Oxfam, Gran Bretaña, Róger Quiroga, señaló a Enlared-Onda Local que, en general, por un dólar que se invierte en prevención, se ahorra hasta siete dólares que se tendrían que usar para la reconstrucción de la infraestructura dañada por algún fenómeno natural. |
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