Durante la jornada de ayer, el interior provincial recibió grandes cantidades de precipitaciones. Para algunas ciudades el agua caída representó alivio ante una sequía que no da tregua, y en otros parajes, fue un desencadenante de problemas ya que se produjeron voladuras de techo y caída de árboles.
Fuertes ráfagas de viento, de hasta 100 kilómetros por hora, se precipitaron en la madrugada de ayer. Desde la sede de Radio Policial, se informó a Nuevo Diario, que en la ciudad donde más agua cayó fue Las Termas de Río Hondo, donde se registraron 100 milímetros de agua. Asimismo en el departamento Jiménez, en la localidad del Bobadal, se registraron 60 milímetros, en Loreto 60mm, en Arraga, departamento Silípica, 40 milímetros y en Icaño, departamento Avellaneda, se registraron 50 milímetros, al igual que en Monte Quemado, en el departamento Copo.
El departamento con menos cantidad de agua caída fue Belgrano, donde se registraron entre 5 y 10 milímetros.
El fuerte viento provocó daños en viviendas rurales, en su mayoría tipo rancho, construidas con paredes de adobe y techos de chapas.
Desde Radio Policial, se informó que las subcomisarías de las ciudades del interior, no habían registrado víctimas fatales.
Economía
A pesar de la esperanza que numerosos productores tenían cifradas en estas lluvias, la realidad demuestra que la mayoría de los cultivos ya se perdieron y la precaria economía de las zonas del interior provincial están atravesando uno de los más difíciles momentos en los últimos 20 años, por lo que, según afirman los productores, la declaración de emergencia para la zona es una sentida necesidad que los chacareros hacen notar.
Asimismo, en la ciudad de Quimilí, los productores aprovecharon la humedad del suelo para adelantar la siembra de soja, con la esperanza de que las lluvias los acompañe en los días siguientes y la sequía les de tregua.
La lluvia permitió que se realizaran actividades vedadas por el calor
Hubo alivio para los vecinos de Colonia Dora
En tanto en Añatuya se registraron daños en viviendas tipo rancho.
La lluvia registrada durante la noche del sábado y las primeras horas de ayer, aunque no en la cantidad que la sequedad de la tierra requiere, sirvió para aliviar a los habitantes de Colonia Dora de los intensos calores que se venían registrando en los últimos días, con temperaturas que treparon hasta los 43º. Aunque la cantidad de agua caída no alcanza para solucionar las necesidades de humedad que requiere el campo y los sembradíos existentes, como así tampoco para el comienzo de algunos cultivos, es evidente que la humedad que puedan aportar estas lluvias favorecerá a las castigadas plantaciones, que por falta de agua y el excesivo calor reinante, no les permiten desarrollarse adecuadamente y además brinda un respiro a los habitantes ante el intenso calor reinante, superior a los registros del mismo mes del año anterior.
En la ciudad de Colonia Dora, durante la mañana de ayer, se pudo observar un agradable cambio de temperatura, lo que permitió a muchos vecinos desarrollar algunas actividades que por los intensos calores registrados los últimos días no pudieron realizar.
La tormenta también afectó a Añatuya
La lluvia también se hizo presente en la ciudad de Añatuya, departamento Taboada, con ráfagas de viento que superaron los 100 kilómetros por hora, provocó daños en viviendas rurales, en su mayoría tipo rancho, construidas con paredes de adobe y techos de chapas, aunque no hubo víctimas fatales.
Durante la mañana de ayer, las precipitaciones rondaban los 40 milímetros. Hasta el cierre de la presente edición no había estadísticas de la cantidad de viviendas dañadas, sin embargo, Defensa Civil estaba a la espera de la confirmación.
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