En la previa todo era expectativa y las gremiales federadas planeaban confrontar al ministro de Ganadería, Ernesto Agazzi. Pero los titulares de la Federación Rural lo aplaudieron y lo felicitaron. Luego emitieron una larga lista de reclamos.
Los dirigentes de la sociedades federadas que integran la Federación Rural reunidos ayer en la Sociedad de Fomento de Flores, a la entrada de Trinidad, esperaban a Agazzi casi con una piedra en cada mano y tenían la esperanza de que anunciaría nuevas ayudas al agro. El ministro ratificó y explicó lo anunciado y nada más.
La única crítica significativa que recibió Agazzi fue la de no realizar un reparto más general en el "Operativo Ración". Hubo también algunos reclamos aislados de los que el ministro tomó nota y dijo: "Este no es el ámbito para discutirlos".
Antes que Agazzi llegara había un clima de enojo. El presidente de la Federación, Octacilio Echenagucía, solicitó a los presidentes de la asociaciones sus quejas y reclamos: créditos del BROU con dinero que está fuera del país; impedir el abuso monopólico de los frigoríficos; diferir la vacunación de la aftosa; establecer zonas de prioridad, fueron sólo algunas de las demandas.
A todos o casi
Agazzi llegó sobre las 17 horas. Fue recibido con aplausos. "No sólo vamos a ayudar a los más chicos, vamos a ser flexibles y le vamos a dar a todos. A los que puedan pagar, también", fue, en síntesis, lo que dijo Agazzi.
Luego habló Julio Martínez, director de Descentralización del Ministerio, quien en una larga exposición, explicó su experiencia en anteriores crisis climáticas.
Luego, con algunos números que sólo mostraron que la asistencia no será suficiente, Martínez afirmó que en primera instancia sólo se ayudará a 13 departamentos con un reparto de las primeras 20.000 toneladas que comenzaron a distribuirse ayer (ver nota en esta página).
La Federación hizo saber al ministro que la ración para el salvataje de ganado afectado por la sequía proporcionada por el gobierno no será suficiente. Se dijo esto en un clima "cordial y de respeto", que el mismo Echenagucía solicitó a los representantes de las 60 instituciones.
"Se adquirió el forraje para entregar a 3.000 productores ganaderos. Las 20.000 toneladas alimentarán a tres millones y medio de vacas", dijo Martínez. Esto provocó el levantamiento de varias manos rápidamente. Las cuentas no daban. Eso suponía 5,7 kilos de forraje por vaca y se necesita un mínimo de 2 a 3 kilos diarios para mantener vivo al animal.
"Pero vamos a seguir trayendo a medida que se necesite. Mientras tenemos que tratar de cultivar alimentos", dijo el jerarca tranquilizando. "Después veremos..."
A algunos. La ración será entregada a productores ganaderos de hasta 500 hectáreas y productores lecheros de hasta 25 vacas, "y tendrán que pagar los grandes. Hay para todos en la medida de lo que cada uno tiene", dijo Agazzi, que antes había hablado de ayudar a productores de 700 hectáreas.
El pago de la ración se hará a 3 años con uno de gracia, sin intereses y en pesos uruguayos
Las federados emitieron al fin de sus deliberaciones una declaración con varios reclamos: asistencia financiera para todos, con prioridad en los pequeños productores; raciones y agua para todos; prórroga en el pago de tributos nacionales y municipales; agilizar la faena; créditos preferenciales del BROU y la Corporación para el Desarrollo; azúcar para los apicultores y nada de detracciones.
Forraje: se repartieron 1.650 tons.
El cargamento de 1.650 toneladas de cáscara de soja que llegó al Puerto de Montevideo proveniente de Buenos Aires en la noche del domingo comenzó a ser distribuido ayer por el Ministerio de Ganadería a productores de diversos departamentos afectados por la sequía.
Juan Zorrilla de San Martín, el coordinador de la Campaña de Trazabilidad del Programa Ganadero del Ministerio de Ganadería, informó que ayer partieron 35 camiones con 1.000 toneladas de forraje desde la terminal portuaria.
El destino de la ración fue, en primera instancia, los departamentos de San José, Florida, Maldonado, Cerro Largo, Rocha, Flores, Lavalleja, Canelones, Colonia, Durazno, Treinta y Tres. En las próximas horas, el forraje llegará a los restantes departamentos donde hay productores rurales afectados por la seca, señaló Zorrilla de San Martín.
RESTRICCIÓN. Por otro lado, las autoridades de OSE anunciaron ayer que la restricción en el uso de agua potable que está vigente para varias zonas de Canelones y Colonia, se extendió a la ciudad de San José de Mayo.
"La restricción es la que venimos implementando en otros lugares como el riego de jardines; lavado de vehículos, patios exteriores y piscinas y aquel uso que no sea prioritario. Lo que hacemos es un apercibimiento, tratando de inferir a la gente para que gaste agua, exclusivamente, en hábitos higiénicos, preparación de alimentos, bebida, pero no en usos no prioritarios", explicó el gerente de OSE, Danilo Ríos.
La seca trajo la bacteria azul que mata las reses
EDUARDO BARRENECHE
Treinta y siete vacunos murieron en un campo de Migues por una intoxicación presumiblemente causada por una bacteria que se reproduce en las secas. El Laboratorio Rubino del Ministerio de Ganadería investiga estas muertes.
"La primera ternera murió el martes 6. En una semana fallecieron las restantes 36 de un total de 61 animales que se encontraban en ese potrero", dijo a El País el productor agropecuario, Agustín Trujillo.
Según el propietario del emprendimiento, técnicos del Laboratorio Rubino le transmitieron ayer que el diagnóstico presuntivo de las muertes de esos animales es una intoxicación por la bacteria azul conocida como cianobacteria.
Estos microorganismos son también conocidos como algas verdeazuladas que proliferan lugares donde el agua se calienta o no es removida. Suelen aparecer en condiciones de sequía. (Ver nota aparte).
El campo de Trujillo se encuentra a unos 18 kilómetros de la ciudad de Migues (Canelones) en el paraje Piedra Sola. Se trata de unas 40 hectáreas donde Trujillo lleva adelante un esquema de ganadería intensiva con un promedio de 80 vacunos destinados a engorde. Al igual que otros productores, Trujillo destina algunas hectáreas de su campo para plantar maíz o forrajes para afrontar el invierno. El productor compra las terneras con un año de edad y luego mediante técnicas combinadas de campo y alimentación balanceada colocadas en bateas distribuidas en varios potreros, las hace aumentar de peso. Luego las vende al Frigorífico San Jacinto, que se encuentra a pocos kilómetros del emprendimiento.
"En una semana perdí US$ 6.500, a un promedio de US$ 160 y US$ 190 por animal", se lamentó Trujillo.
Al ver que sus animales se estaban muriendo apilados en las sombras del galpón o debajo de los árboles, Trujillo llamó a un veterinario. Al profesional le sorprendió la sucesión de muertes. Enseguida se comunicó con el Laboratorio Rubino. Pocas horas más tarde, técnicos de esa repartición estatal retiraban muestras de los animales muertos. Desde un primer momento, las sospechas apuntaron hacia el tajamar casi seco que se encontraba en uno de los extremos del potrero. Tras las muertes de los vacunos, Trujillo ordenó que le colocaran al tajamar una cerca eléctrica para evitar que otros animales se acercaran a beber.
Ayer el tajamar ya estaba seco pese a que tenía casi dos metros de profundidad. Un poco de humedad mojaba un par de metros cuadrados de barro. A un centenar de metros de allí, se encontraba una ternera que había sobrevivido a la intoxicación. El animal no se veía bien. Caminaba en forma lenta y buscaba la sombra del galpón, quizá para morir.
Trujillo comentó que el arco que se formaba entre la cabeza y el resto del vacuno mostraba que estaba sufriendo dolores en su estómago. El productor señaló que en un solo día perdió a siete terneras cerca del galpón. "Algo las hace buscar la sombra. Y comen muy poco. El diagnóstico seguro es envenenamiento; no se sabe cuál es la toxina", expresó Trujillo.
El productor dijo que no puede hacer nada para superar estas contrariedades. La encrucijada que enfrenta no puede ser peor: la caída de los precios de vacunos, la sequía y la mortandad de sus animales.
HEMORRAGIAS. El director de los Servicios Ganaderos del Ministerio de Ganadería, Francisco Muzio confirmó ayer que técnicos de esa cartera habían concurrido al establecimiento de Trujillo para extraer muestras de los animales muertos.
Tras advertir que se trataba de un diagnóstico preliminar, el jerarca señaló que la intoxicación también pudo darse por el consumo por parte de los animales de plantas que contienen nitratos, los cuales provocan intoxicaciones. "Eso ocurre durante las sequías: al no tener pastos, los vacunos optan por alimentarse con plantas tóxicas", señaló.
Muzio dijo que los efectos de los nitratos y el de algas verdeazuladas son: "causan hemorragias internas". El de Migues es el primer caso que se reporta, señaló.
Zona de casas y campos vacíos
En el paraje de Piedra Sola (Canelones) se ven muchos predios pequeños y minifundios sin producción. Se trata de campitos con muchas chircas y pedregales, que adelantan al visitante la cercanía a Lavalleja.
Otra cosa que llama la atención en Piedra Sola es la cantidad de casas abandonadas al costado del buen camino vecinal que une la ciudad de San Jacinto con Migues. Desde la carretera se observaban que estas tenían todas las comodidades y que estaban en muy buen estado de conservación. Es posible que estos pequeños predios no pudieran sostener a las familias que allí residían y estas debieron emigrar a la ciudad para subsistir.
Siguiendo el camino de tierra, se observan también casonas abandonadas transformadas en taperas y arroyos resecos. La falta de agua y los pastos amarrillentos es el común denominador de los campos que llenan el paisaje
El edil nacionalista y oriundo de Migues, Joselo Hernández explicó a El País que, al secarse varios cauces de agua, en la zona floreció un atípico negocio: el servicio de acarreo de agua. Una persona, que posee un camión y una bomba, llena tanques de agua desde un puente. Luego la traslada hacia un campo. Por el servicio cobra $ 1.500, dijo Hernández.
Bacterias con alta toxicidad
Las cianobacterias o algas verdeazuladas son microorganismos fotosintetizadores. Es decir, realizan la misma fotosíntesis que las plantas. La temperatura del agua de un tajamar, por ejemplo, puede generar cianobacterias. Estas producen toxinas y al ser muy concentrada la toxicidad por la poca agua del tajamar, pueden envenenar a los animales que la beben. El fenómeno se hace importante sólo cuando hay una floración de bacterias. Es decir, una explosión demográfica de las mismas fomentada por las temperaturas o la existencia de fósforo. Los animales pueden sufrir intoxicaciones en sus hígados o en sus sistemas nerviosos, lo que llega a provocarles la muerte.
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