Daniel Scioli lo intentó pero el Gobierno nacional le ordenó la marcha atrás. Ayer otros dos gobernadores no tuvieron más remedio y al final decretaron la emergencia agropecuaria en medio de lo que ya es una catástrofe: la sequía que está arruinando la cosecha en Entre Ríos y el Chaco. El gobierno de Entre Ríos declaró ayer la emergencia agropecuaria para todos los departamentos provinciales, por 180 días, con posibilidad de prórroga. Y admitió que las pérdidas "superan el 50% debido a la intensa sequía producida por la escasez de lluvias durante 2008 y que todavía persiste".
La emergencia significa que durante ese período pueden no pagarse los impuestos y las deudas.
Por su parte, en el Chaco habrá una ayuda de 40 pesos por cabeza animal a productores de hasta 200 ejemplares afectados por la grave sequía.
En Entre Ríos, el gobernador Sergio Urribarri también declaró ese estado hasta el 30 de junio de este año y declaró la zona de desastre en el caso del cultivo de maíz. Las entidades del campo están de acuerdo con las medidas. Incluso el díscolo Alfredo de Angeli se sacó la foto con Urribarri. En esta provincia, según estimaciones oficiales la postergación de los vencimientos impositivos provocará en lo inmediato una reducción de 30 millones de pesos en las arcas públicas. Urribarri, considerado un aliado incondicional de la presidenta Cristina Fernández, pudo implementar la medida sin que generara un cortocircuito con la Casa Rosada.
Antes lo había intentado Daniel Scioli. Pero el gobernador de Buenos Aires debió dar marcha atrás a su idea y contentarse con visitar zonas afectadas para así poder tender puentes de diálogo con los productores.
Conciente del impacto que tendrá su decisión, Urribarri anticipó además que pedirá una reunión en Entre Ríos de la Comisión Nacional de Emergencia Agropecuaria.
Así consiguió, por primera vez en 10 meses, terminar sin críticas una reunión con productores agropecuarios. Ni Alfredo De Angeli, titular de la delegación Entre Ríos de la Federación Agraria Argentina (FAA ),que se sentó a su derecha en el Salón de los Gobernadores, formuló declaraciones altisonantes.
"Pasamos varios meses del año 2008 discutiendo principalmente sobre ganancias y precios, y perdimos todos: el campo, el Estado y la sociedad", señaló Urribarri.
Por eso el mandatario llamó a "hablar de todos los temas", y si bien puso énfasis en la coyuntura, exhortó a los productores a concentrarse "en el mediano y largo plazo, porque en algún momento la situación climática va a volver a la normalidad".
Para Jorge Chemes, presidente de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER), "el primer paso es positivo".
Convertido en vocero de la Mesa de Enlace local, Chemes ponderó "la voluntad del gobierno de mostrar su preocupación en este tema", aunque estimó que la emergencia debería extenderse hasta marzo de 2010".
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