A la grave situación económica que venían padeciendo los productores lecheros, ahora se deben sumar los factores climáticos: la sequía está haciendo difícil su subsistencia y se advierte que podría llegar a escasear la leche. El productor lechero local Carlos Corvetto analizó el panorama y remarcó que “estamos teniendo problemas muy complicados y difíciles, en una situación que se ha agravado muchísimo en los últimos cuatro o cinco meses”.
“Debemos sumar ahora el factor climático, y aunque llueva ahora, se ha perdido gran parte de la reserva que es fundamental para nosotros, que es el silo de maíz. Es tan grande el estrés hídrico que tienen, que la planta se seca y el tambero trata de acumular el forraje que pueda”, observó.
El productor recordó que “veníamos de una situación adversa, con años de problemas y ahora entramos en un verano con estrés hídrico y de allí pasar a un invierno sin reservas, veo que la situación va a ser muy grave y podría haber muchos quebrantos en los tambos”.
“Esto podría derivar en falta de leche, no me animo a decir cuánto sería menor la producción de leche a nivel país, pero la sequía está afectando a varias provincias, sobre todo algunas cuencas lecheras por naturaleza. No podemos saber qué va a pasar, porque no sabemos qué puede pasar mañana, pero es algo muy duro y difícil”, dijo.
Desfasaje
Por otra parte, Corvetto remarcó que “nosotros siempre tuvimos un desfasaje respecto a la agricultura. Pero la producción tambera es la más crítica y difícil de mantener. Una cosecha se puede llegar a perder, por sequía, inundación o cualquier efecto climático, porque luego se siembra y a los seis meses se cosecha, pero cuando se cae un tambo no se puede levantar otra vez”.
“Cuando el costo es igual al beneficio, es imposible seguir con la actividad”, expresó.
Las tarifas
En lo que hace a las tarifas de la producción, Corvetto indicó que “ahora quebramos la barrera de los $ 0,80 por litro de leche que cobramos. Además, el subsidio prometido por el Gobierno a mí todavía no me llegó, no percibí esos $ 0,10 de diferencia en los meses de junio, julio, agosto y septiembre”.
“Cuando la situación aprieta, los tamberos debemos escamotear algunas cosas y la leche se paga por calidad. Si empezamos a mermar en productos que son para higiene, selladores de pezones, por ejemplo, los microbios están en su salsa. Es normal que si no se llega a cumplimentar todos los ítems de calidad, perdamos algunos centavos y lleguemos a los $ 0,70, porque el precio máximo es si se cumple todo”, detalló.
Cantidad y calidad
“Esta sequía influye mucho en la cantidad del producto, no se puede calcular, porque a medida que el animal va perdiendo alimentación, va bajando la producción”, observó el productor.
También dijo que “lo más estable que tenemos nosotros para la alimentación son los silos de maíz, que no se pueden hacer, así que estamos perdiendo el 50% de la dieta de un tambo más o menos equilibrado”.
En cuanto a la calidad de la leche, Corvetto sostuvo que “no hay problemas, sino que esto pasa más por el tema de los costos y el bolsillo”.
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