Quienes viven en los alrededores de la calle Baradero y el arroyo Unamuno, en Villa Fiorito, denunciaron que la zona se convirtió en un “foco infeccioso” debido a que el agua “está estancada, contaminada y desbordada” de basura podrida, animales muertos y ratas que ingresan a las viviendas.
“Hace meses que vivimos con esta contaminación en la puerta de nuestras casas. El agua está estancada, hay mucha basura de todo tipo y ratas del tamaño de un gato. Ni hablar del olor y del aire contaminado que tenemos que respirar”, relató una de las residentes del lugar, Ramona Fernández, mientras recorría el arroyo junto a Info Región.
La imagen del agua, estática frente a las casas de este grupo de vecinos de Fiorito, lo dice todo. El verde intenso, con claros de marrón y negro por partes, no deja lugar a dudas sobre el estado de contaminación. Las bolsas de basura flotan a lo largo de todo el brazo del arroyo, la mugre se observa a varias cuadras, el olor nauseabundo del agua se fusiona con los desechos cloacales de las viviendas y es imposible de respirar sin fruncir la nariz.
“No podemos convivir con esto. Los funcionarios vienen, miran, sacan un par de fotos y no vuelven más. Ya saben como es la situación en el barrio y, sin embargo, no hacen nada. Nuestra gente se está enfermando por la terrible contaminación que tenemos a metros de los hogares”, relató preocupado Emiliano Lombardo, uno de los residentes que se unió al reclamo de limpieza del arroyo.
Las humildes viviendas de madera y cartón construidas a la vera del arroyo son las más cercanas al foco de infección. Los chicos juegan en una pequeña vereda de barro lindera a las aguas contaminadas y muchos tienen ronchas y reacciones eruptivas en la piel en distintas partes del cuerpo.
“La mayoría de los chicos tienen problemas en la piel y, en muchos casos, son graves. Mi nena tiene grandes ronchas en ambas piernas y parte de la pancita. En la salita me dijeron que es una infección profunda y que si no la trato rápido puede pasarse a los intestinos”, sostuvo una de las vecinas, María Ester González, cuya hija padece una grave afección en la piel.
Además, señalaron que respirar el aire contaminado les genera irritación en los ojos, problemas respiratorios y malestar estomacal, que afectan sobre todo a los pequeños y los más adultos, que son los más vulnerables.
“Queremos que las autoridades nos respondan y nos den una solución. Lo que tienen que hacer es limpiar, destapar las bocas de salida para que el agua pueda fluir y que la contaminación se aleje de nuestras viviendas”, sostuvo Lombardo.
“No puede ser que nuestros chicos se estén enfermando acá en Lomas y nadie se haga responsable de nada. Sólo necesitamos una limpieza profunda y el mantenimiento para que el agua fluya y no nos quede la contaminación acá”, se quejó Fernández.
El barrio parece olvidado, las casitas están a la orilla de un arroyo nauseabundo y sus habitantes corren el riesgo de contraer cualquier tipo de enfermedad. Es por eso que piden soluciones, respuestas que deben llegar en el corto plazo para considerarse efectivas.
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