Para quienes padecen alergia de algún tipo, la llegada de la primavera significa estornudar hasta el cansancio pero además existen otros factores, como la sequía, que también alientan el ¡achís!
En relación con la falta de lluvia, el especialista en enfermedades respiratorias Dr. Hugo Neffen, explicó que durante el verano los alergenos son los pólenes lo que ante la sequía disminuiría por el escaso crecimiento de las plantas. Pero, a la vez, el poco polen que puede haber permanece por más tiempo en el ambiente y llega con más facilidad a la nariz, a las conjuntivas y a los bronquios.
Otro alergeno favorecido por la sequía en el verano son los hongos; ante la escasez de agua desarrollan formas de resistencia por la falta de humedad y también dan alergia, explicó el especialista.
Según su experiencia en el consultorio, Neffen señaló que esta temporada hay igual o más rinitis -inflamación de la mucosa de las fosas nasales- y conjuntivitis que años anteriores y llama la atención la mayor afectación ocular. “Antes de las rinitis que se atendían el 40 ó 45% tenían síntomas oculares hoy las rinoconjuntivitis son las más frecuentes y más de la mitad de los pacientes tienen síntomas oculares”, manifestó.
La lluvia lava el ambiente de los alergenos y las partículas que provocan irritación; la sequía permite que la contaminación permanezca en el ambiente y produzca problemas.
“Hay estudios que demuestran que las personas alérgicas a los pólenes y viven cerca de una autopista, donde hay contaminación por el tráfico vehicular, tienen síntomas más agresivos que los que tienen alergia a los pólenes y viven en otro lugar”, explicó el doctor y agregó que “el lugar donde se vive es un factor que contribuye a que se incremente la sintomatología por la interacción entre los alergenos y los contaminantes ambientales”.
Tratamiento adecuado
Tal vez para quien sufre un tipo de alergia desde hace mucho tiempo, es natural convivir con el síntoma. Al respecto el doctor Neffen explicó que la prolongación en el tiempo las consecuencias de una alergia afecta la calidad de vida de las personas.
“Si el paciente además de tener la nariz tapada y estornudar, tiene problemas en la vista, picazón, visión borrosa a la mañana eso estropea la calidad de vida”, explicó.
El especialista aclaró que actualmente, para el control de las enfermedades alérgicas existe medicación eficaz y segura y si se maneja adecuadamente, con el debido acompañamiento de un profesional, se va a lograr una buena respuesta terapéutica.
En casa
El alérgico sabe que no existe forma de prevenir las consecuencias de la enfermedad pero sí es fundamental tratarla.
“Hablamos del ambiente externo, entonces es poco lo que se puede hacer a modo de prevención. Sería ridículo recomendarle a los muchos santafesinos que hacen actividad física en la Costanera que lo hagan con barbijo”, exageró el especialista. En cambio, dentro de los hogares, donde se encuentran ácaros, por ejemplo, sí se pueden tomar medidas y disminuir la exposición.
“Lo que se debe hacer es no utilizar cualquier medicación para resolver el tema porque hay algunos que pueden ser agresivos. Hay gotas que pueden producir alivio pero después generan acostumbramiento”, explicó Neffen.
“Hoy existen alternativas terapéuticas farmacológicas y no farmacológicas que le van a permitir mejorar la calidad de vida y hacer todas la actividades normales, no hay que resignarse a convivir con la alergia”, finalizó el doctor.
Enemigo interno
Otro factor asociado con las alergias y el calor, es el uso y abuso del acondicionador de aire. Al respecto el doctor Neffen señaló que la exposición durante la noche de 6 ó 7 horas a baja temperatura -a menos de 23 ó 24 grados- es perjudicial.
“El frío es irritante y produce el resecamiento de las mucosas y luego se ven las anginas, rinitis, rinosenusitis por la exposición estática en una habitación al frío”, explicó.
Lo recomendable es mantener el acondicionador a no menos de 24 grados que hace un ambiente agradable y húmedo.
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