Desde OSSE comentaron que habrá cortes de agua programados cuando se ejecute la obra de cambio de cañerías de cloacas anunciada días atrás por el Gobernador. Esto se debe a que también reemplazarán los acueductos que interfieran en el tramo de las cloacas que va, en su mayor parte, por calle San Luis desde Urquiza hasta lateral Este de Circunvalación. Es decir, en Capital y Santa Lucía.
De acuerdo con un técnico de la empresa, estos cortes del servicio de agua potable por lo general tardan algunos minutos, pero pueden extenderse hasta 2 horas. Son programados para momentos de escaso consumo, como por ejemplo las 6 de la mañana, y según la misma fuente, "en otras obras los vecinos ni se enteraron que tuvieron cortes de agua".
Para efectuar esta renovación de acueductos se arma la cañería nueva, se pone en funcionamiento y recién se le agrega las conexiones domiciliarias. Estiman que 2.700 metros de red de agua pasan cerca de los caños cloacales y se cambiará por posibles daños que puedan sufrir en la excavación.
La obra de cloacas consta de una nueva cañería que se colocará simultáneamente en 4 tramos que tiene en total 4.400 metros y pasa por varias calles (ver infografía). Tenía un costo de 12 millones de pesos, pero se elevó a 13,7 millones porque se agregó el valor de reemplazo de las tuberías de agua.
El titular de OSSE, Adrián Cuevas, comentó que "esperamos que la semana próxima se pueda comenzar con los trabajos".
El plan de reemplazo de cañería cloacal fue anunciado tras el colapso en la esquina de Roque Sáenz Peña y Colón, Santa Lucía; el sucedido junto al Parque de Mayo y el que afectó la intersección de Scalabrini Ortiz y Circunvalación. Estos acontecimientos llevaron al gobernador Gioja a decir que San Juan, en cuanto al sistema cloacal, está en emergencia.

La plaza que quedó partida en dos
Los trabajos de cloacas en su lado Norte crearon un invierno en ese costado. Del otro, sigue el verano.
En plena temporada estival, cuando más familias disfrutan los lugares verdes de San Juan y más gente deambula por la ciudad, las obras por las cloacas de calle San Luis, entre España y Las Heras, han dejado desolada la mitad de la plaza España. El otro lado, sobre Libertador, ha crecido en cantidad de gente que lo visita y se divierte en la zona. Son dos ambientes totalmente opuestos en un mismo espacio.
Del costado de San Luis, donde la calle está cortada, parece invierno. Por la tarde y la noche hay un silencio propio de esa época que permite desde lejos oir los pasos de las pocas personas que caminan por allí.
Del lado de Libertador, parece verano. El ruido del andar de los autos, sumado a la música que sale de algunos que están estacionados con el agregado de risas y conversaciones de la gente, crean otro ambiente, uno de total esparcimiento.
Del lado Norte no se ve familias que disfruten en el pasto verde. Un kiosquero de la zona afirma que las familias antes estacionaban por San Luis y bajaban banquetas, reposeras y algo para cenar y pasaban un buen rato allí. Ahora, con la arteria cortada y con algo de olor por las tardes, dice, ya son contados los individuos que se acercan.
Algo que también disminuyó es la cantidad de filmaciones en el lugar. Muchas quinceañeras y recién casados se grababan a ambos lados de la calle, es decir, del lado de la plaza España y del costado de la glorieta. Ahora nadie quiere guardar de recuerdo, para un acontecimiento tan especial, un paisaje lleno de tubos y con redes coloradas que prohiben el paso.
Del lado Sur, a sólo 100 metros, los banquitos que están alrededor del reloj se llenan y los que no lo consiguen eligen sentarse en el pasto.
Otra diferencia se observa en los puestos ambulantes de comida. Un panchero que está en San Luis y España sólo está ahí para que no le quite el lugar otro. Espera que terminen la obra pronto. Dice que gana un 70% menos que antes del colapso cloacal.
También por España, pero en la intersección de Libertador, hay otro panchero. Este gana un 50% más que antes del colapso y ha tenido que aumentar la cantidad de mercadería que utilizaba habitualmente.