Lejos queda el 13 de marzo de 2008 cuando se produjo el quiebre entre el Gobierno nacional (y todos sus gobernadores aliados) y los integrantes del campo argentino. Los efectos de “La Niña”, esta sequía larga e intensa que golpea varias provincias, logró que se produzca un acercamiento entre ambos sectores, cuando todo hacía prever que la crisis volvería a estallar.
El gobernador K que dio el primer paso fue Daniel Scioli, de Buenos Aires, cuando le dio la razón al campo respecto del pedido de ayuda monetaria por las pérdidas millonarias que ocasiona la falta de agua. Casi el mismo camino siguieron los gobernadores de Chaco y Entre Ríos, Jorge Capitanich y Sergio Urribarri, respectivamente, quienes declararon la emergencia en sus provincias.
Si bien Corrientes mantiene una correcta relación institucional con la Casa Rosada, durante el conflicto por las retenciones fijo una postura “pro campo”. Por ese motivo, se estima que la declaración de emergencia por parte del Gobierno provincial no debería tardar en llegar.
Mientras tanto, desde Capital Federal, el jefe de Gabinete, Sergio Massa, aseguró ayer que la “decisión” del Gobierno nacional es “no soltarle la mano a los productores”. Las declaraciones las formuló en la Casa Rosada, tras una audiencia que le concedió al gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, donde además subrayó que al Gobierno “no le corresponde declarar la emergencia agropecuaria”, según informó la agencia oficial Télam.
Por su parte, Urtubey explicó la “extraña situación” salteña, “donde algunas regiones sufren la sequía y otras como es habitual por la crecida de los ríos del sur de Bolivia comienzan a tener amenazas”. En ese sentido, confirmó que “se está evaluando la declaración de emergencia agropecuaria, en algunas zonas del sur de la provincia‘ y que ‘estamos trabajando para garantizar el financiamiento de obras de infraestructura y poder morigerar el impacto que tienen estos cambios de clima”.
LOS NUMEROS:
US$ 3600 millones
se estima que es la pérdida que tendrán los productores agropecuarios como consecuencia de la intensa sequía.
$ 1500 millones
es lo que lleva perdido la provincia de Entre Ríos. El gobernador Urribarri declaró la emergencia.
EL DATO:
Otra señal de la “rebelión” de los gobernadores oficialistas, es la reunión que mantuvo el Ejecutivo entrerriano, Sergio Urribarri, con el líder ruralista, Alfredo De Angeli. A pesar de que los números son suficientes, el gobernador tuvo que salir a explicar a sus jefes políticos la razón del encuentro. |
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