El fenómeno natural de la sequía está haciendo estragos en el sector agropecuario. Desde el poder político y las instituciones intermedias relacionadas con la actividad, se está moviendo fuertemente para paliar las consecuencias que trae aparejada la falta de agua.
De ello se refiere en el siguiente reportaje, José Trentino, funcionario y titular de la Federación Agraria, filial Saladillo.
¿En que se está trabajando ante la gravedad de la sequía?
En estos momentos estamos abocados a declarar el estado de emergencia, en un esfuerzo multisectorial junto a la Cámara de Comercio, a los distintos bloques de concejales, a la Cooperativa Agrícola, a la Sociedad Rural, a la Federación Agraria y a las instituciones que está comprometidas con el quehacer de Saladillo. Entre todos tenemos que seguir evaluando este fenómeno natural que tanto nos perjudica.
Fenómeno que por otra parte no es nuevo...
Sí, claro. Esta carencia viene a partir del mes de octubre, período en que casi no ha llovido. Primero perjudicó al cultivo del trigo que se agravó con la helada de noviembre. Todo eso llevó a grandes pérdidas en la cosecha fina y en ese momento se estaba con la siembra de la gruesa, que también fue perjudicada por aquella helada.
Y para rematar, la falta de lluvias...
Es tremendo. Si tenemos en cuenta maíz prácticamente se ha perdido un 80 por ciento de lo que podría haber rendido y la soja de primera ya se observa que está abortando la floración. Por tanto la pérdida será muy alta, queda una pequeña esperanza si lloviera de inmediato en la soja de segunda.
La situación es más que complicada para los productores, entonces.
Sí, en extremo. Para colmo la seca es general, abarca casi toda la zona productiva del país. Entonces los contratistas de Saladillo no pueden ofrecer sus servicios en otra parte, como sucede con una sequía que afecta unos pocos distritos como se ha hecho en otras oportunidades.
Otra consecuencia funesta...
Porque hoy el productor que está endeudado, que son muchos, le será difícil respetar sus compromisos por la compra de maquinarias o la adquisición tecnología. Por todos lados el panorama es crítico.
Urge la declaración del estado de emergencia.
Por supuesto. Estamos apuntando a declarar el desastre agropecuario. El campo necesita una ayuda extraordinaria. Por ejemplo prórroga de los vencimientos en impuestos y créditos. El gobierno nacional debe prestar atención a esta situación que se agudiza al paso de los días.
¿Concretamente, qué le reclamaría al gobierno nacional?
Que elimine las retenciones por completo a los granos. Tendrían que replantear esa quita que se le hace a los productores, incluso por un tiempo suficiente, mucho más de lo que dure este fenómeno natural.
¿En cuánto a la ganadería?
Buscar la forma para ayudar a los productores para que puedan comprar alimento para mantener la actividad, porque hoy uno recorre los campos secos y vamos a tener una entrada muy difícil para el otoño y el invierno, prácticamente sin pasto.
¿Qué opina de las medidas que tomó el gobierno ante la crisis?
Estas medidas no estaría mal si no estuviéramos viviendo este contexto. Está bien ayudar para que no se pare la actividad metalmecánica, porque el riesgo de la desocupación y la pobreza es grande. No podemos decir que los créditos par adquirir maquinaria de origen nacional es malo, porque los intereses finales son extremadamente bajos, pero nadie querrá endeudarse, salvo aquel productor que tenga algunas reservas, pero son los menos.
A los pequeños y medianos y a los contratistas, no les llega...
Creo yo que ninguno de ellos está en condiciones de endeudarse con un cuota de 5 mil pesos, por ejemplo.
¿Tiene memoria de una sequía como la actual?
Jamás. Soy nacido y criado en el campo, pero una seca de esta naturaleza no la vi nunca. Se han producido períodos sin llover, pero con los reservorios de agua intactos, como arroyos, lagunas y canales. Hoy hasta el río Salado está cortado, eso no lo vi nunca. Ojalá que todo se revierta pronto. |
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