La Secretaría de Agricultura calculó ese nivel de fondos para responder a los reclamos de gobiernos provinciales e intendencias que deben asistir al agro.
Sin embargo, "la situación se agrava hora a hora, con el soplar del viento y el calor que quema los cultivos, y enflaquece la hacienda", aseguró a Noticias Argentinas el dirigente de la Federación Agraria Miguel Quarleri.
"Es imposible calcular las pérdidas y las necesidades: la semana pasada eran 12 millones de toneladas de soja menos, ahora quizá ya son 20 millones, porque hay aborto de flores en muchas siembras", señaló.
Mientras se aguarda que se declare la emergencia nacional en una quince provincias, otras voces se preguntan de dónde provendrán los "fondos" para ayudar porque los municipios deben hacer frente a sus propias obligaciones de salarios y obras comprometidas.
El titular de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), Pedro Apaolaza, solicitó que "en caso de que el Gobierno nacional decida apoyar al sector con la entrega de forrajes, la misma se institucionalice".
"Es decir, que se haga a través del gobierno provincial y los municipios", reclamó Apaolaza en una reunión que mantuvo con el gobernador bonarense Daniel Scioli.
Fuentes cercanas a la reunión indicaron que existe preocupación porque la emergencia agropecuaria provincial (10 partidos ya tienen el estado de desastre) implica que no se recauden impuestos durante seis meses en por lo menos 60 distritos.
El diptuado nacional Felipe Solá admitió que durante seis meses hubo intentos en la Cámara de Diputados a fin de modificar la actual Ley de Emergencia Agropecuaria que proviene de 1996.
"Los temas del campo no se tratan en la mayoría del Congreso", confirmó Solá quien advirtió que en el proyecto legislativo se contempla la creación de un "fondo" para atender las contingencias agropecuarias.
En cambio, actualmente la asignación económica depende de la decisión del gobierno central que si declara la emergencia nacional en algunas provincias dejará de recaudar obligaciones fiscales.
No obstante, por ahora el Gobierno decidió distribuir forraje que compra a siete exportadores de granos que concentran toda la actividad en Argentina.
Con la amenaza de las bases en distintas asambleas que planean volver a la protesta en febrero, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, aseguró que en el marco del "plan sequía II" se enviará forraje de maíz a productores ganaderos.
La medida unilateral comenzó cuando el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, dispuso 15 mil toneladas de maíz para los departamentos de Puán y Patagones en Buenos Aires, según informó CARPAP.
Recibirán la ayuda oficial los productores ganaderos que ya fueron relevados por comunas, municipios y gobiernos provinciales, y los datos son concentrados en la Secretaría de Agricultura de la Nación.
Según la consultora Artegran, la cosecha de maíz caerá 45 por ciento y la emergencia originará pérdidas al fisco por unos 4.000 millones.
Hasta el momento, se estima que desaparecieron 600.000 cabezas de ganado en todo el país, al menos, y en la provincia de Buenos Aires, las pérdidas serían de 3.600 millones de pesos.
Los dramáticos números de Entre Ríos indican que la cosecha de maíz será en la campaña 2008/09 de apenas 60.000 toneladas.
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