En cinco meses de operaciones en el Golfo de Guayaquil, la draga Francisco de Orellana, que intenta mantener la profundidad del canal de acceso al puerto marítimo, retiró 660.000 metros cúbicos de sedimentos.
El buque, manejado por el Servicio de Dragas de la Armada, entidad que mantiene un contrato por $ 23,61 millones con la Autoridad Portuaria, reinició los trabajos el 7 de enero, luego de entrar en mantenimiento el 22 de diciembre.
Para este año el buque tiene planificado extraer 1,4 millones de metros cúbicos de sedimentos, según la Autoridad Portuaria (APG).
La tarea de la draga, fabricada en España, se cumple en la ruta de navegación por la que circulan buques mercantes que entran a Guayaquil. La embarcación posee una especie de ‘brazo’ que sumerge para retirar los desechos del fondo marino.
El dragado apunta a mantener la profundidad del canal de acceso al Puerto de Guayaquil a 9,60 m, en línea de más baja marea. Aunque Contecon, el concesionario de la terminal, podrá requerir de que, dependiendo de la necesidad, se amplíe la profundidad.
Tomás Leroux, gerente de APG, sostuvo que en promedio la draga extraerá 150 mil metros cúbicos por mes.
A la par de los trabajos de dragado también se efectuarán monitoreos para prevenir cualquier situación de tipo ambiental que pueda afectar las zonas aledañas. Para la realización de ese chequeo se ha sugerido la contratación de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol).
El puerto desembolsará 3 millones de dólares con la idea de mejorar las ayudas de navegación en los canales. Ello implica la construcción e instalación de boyas y equipos lumínicos, dispositivos satelitales para boyas, además de la construcción de estructura de faros y una carta electrónica, entre otras.
La Universidad Naval Comandante Rafael Morán Valverde y Autoridad Portuaria llevarán adelante el proyecto. |
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