La sequía puso en jaque al campo y generó una nueva relación entre el sector agropecuario y el gobierno bonaerense. apasiguadas las tensiones, Apaolaza y Scioli mantuvieron un encuentro ayer para definir nuevas políticas de asistencia al agro.
Pese a la insistencia del ruralista, Scioli confirmó esta mañana en declaraciones radiales que no declarará la emergencia ni el desastre agropecuario generalizado en la provincia de Buenos Aires. El gobernador explicó que “eso implicaría una baja en la recaudación impositiva que frenaría la obra pública” y agregó que estudian “cada municipio en particular para decidir la situación que atraviesa”.
El Gobernador adelantó que analiza dejar sin efecto el castigo para quienes aumentaron el consumo de electricidad. La medida forma parte del PURE (Programa de Uso Racional de la Energía), implementado por el Gobierno nacional.
“Lo más importante es que la ayuda del Estado llegue rápido a los productores afectados por la sequía, porque hay productores con mucha angustia”, alegó Scioli. “Hemos avanzado en diecinueve distritos en emergencia. La mesa de la provincia está reunida en forma permanente recibiendo la ayuda que vamos mandando”, aseguró.
El gobernador informó que trabaja en el tema con su ministro de Asuntos Agrarios, con el ministro del Interior de la Nación, Florencio Randazzo, y con el secretario de Agricultura de la Nación, Carlos Cheppi.
“No puedo conducir la provincia más grande del país priorizando lo personal. Cuando los gobiernos provinciales no articulan con el gobierno nacional pierde la provincia y pierde el país”, exhortó. “Vamos viendo como establecer esta situación sin caer en laberintos burocráticos”.
Sobre la asunción de Obama, remarcó el mensaje del nuevo presidente de Estados Unidos como “muy enriquecedor, porque convoca a apuntalar el empleo. Podemos establecer brazos de integración y complementación”. También resaltó “los valores de la libertad y la democracia que estuvieron presentes en la ceremonia”.
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