A la presión política para que los ambientalistas levanten el bloqueo que mantienen desde hace más de dos años en el puente internacional que une la ciudad entrerriana de Gualeguaychú con la uruguaya de Fray Bentos, se le sumó una nueva prueba técnica.
Un nuevo estudio internacional e independiente realizado en la zona de influencia de la pastera por la organización ambiental Green Cross, fundada y dirigida por el ex premier ruso Mikhail Gorbachov, reveló que el aire de Gualeguaychú no sufrió el impacto de gases contaminantes por la producción de celulosa.
Marisa Arienza, encargada de Green Cross en la Argentina, en diálogo con TN, sostuvo que los niveles de concentración de dióxido de azufre (SO2) y de compuestos de azufre totalmente reducido (TRS) -los dos elementos que determinan principalmente la polución del aire- están por debajo de los estándares exigidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Está por debajo de los gases terrestres que podrían venir de la planta. Es de 0,1 cuando 0,8 el máximo permitido por la OMS. Es decir, Botnia no contamina", dijo Arienza, que adelantó que en un mes estará listo en informe sobre el agua de Río Uruguay.
Así, Botnia lleva más de dos años de funcionamiento pleno, los pasos fronterizos siguen cerrados, la disputa binacional en tribunales internacionales sigue abierta, pero la supuesta contaminación que da sustento a gran parte del conflicto sigue sin ser probada.
Este es el tercer informe que presenta Green Cross, una de las organizaciones que se encargan de monitorear el impacto ambiental de la planta de Botnia. Así, la ONG volvió a concluir que no hay contaminación".
El estudio se suma al que adelantó la semana pasada LA NACION del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, que concluyó que Botnia no contamina. "Según nuestros estudios, hoy Botnia no está contaminando", dijo el presidente del INTI, Enrique Martínez.
Martínez explicó a LA NACION que, en coordinación con la Prefectura, bimestralmente toman muestras en tres lugares distintos del río Uruguay. Uno está 80 kilómetros aguas arriba de Botnia; el otro, justo frente a la pastera, y el último, 8 kilómetros aguas abajo. El análisis incluye tanto el agua como los sedimentos y estudia una veintena de parámetros, desde la acidez del agua hasta la presencia de metales pesados, que podrían indicar contaminación.
"No encontramos variación en los parámetros en ninguno de los tres lugares del río a lo largo de este tiempo", explicó Martínez.
Informe anterior de Green Cross. El informe anterior de la ONG de Gorbachov, en enero de 2008 , ya había probado, con una medición que hizo en Ñandubaysal 70 días después del comienzo de las operaciones de la papelera, que no había contaminación del aire.
La medición se prolongó durante cuatro meses (entre julio y octubre de 2008), desde una estación de control instalada en la zona de la estancia La Victoria, en las inmediaciones de Botnia del lado entrerriano, y forma parte de un trabajo internacional que se realiza en cinco cuencas en el mundo consideradas de alta vulnerabilidad social: la del Jordán, el Okawango, el Volga, el Volta y el Plata.
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