El cese de la descarga de efluentes al lago Moreno determinó, para el Departamento Provincial de Aguas (DPA), que se restablecieran las condiciones de aptitud de uso recreativo del lago, aunque restan tres estudios del monitoreo que detecta la contaminación bacteriológica para la habilitación definitiva de las playas.
La nota publicada por LA NACION en su edición de ayer provocó la reacción inmediata de la Municipalidad, que retiró ayer por la mañana la cartelería que indicaba que la denominada playa Del viento estaba prohibida para "bañarse y pescar", por estar en un proceso de "remediación ambiental".
Según la Subsecretaría de Deportes, los carteles (uno de ellos aparecía en la fotografía publicada ayer) fueron retirados tras recibir un informe de Medio Ambiente que indicaba que los niveles de contaminación, según los últimos muestreos, se ubicaban dentro de los parámetros exigidos.
El intendente Marcelo Cascón dijo a LA NACION que el retiro de los carteles fue parte de una "desinteligencia" entre áreas, y aclaró: "El balneario no será habilitado hasta febrero por prevención y hasta no tener todos los estudios".
"La situación cambió y los últimos estudios del DPA demuestran que no existe lago en la ciudad que evidencie signos de contaminación, por el contrario, las playas están muy por debajo del máximo de E scherichia coli permitido", indicó el funcionario, en referencia a la nota Nº 48/09 del organismo provincial de agua que ingresó en su despacho el viernes pasado y fue difundida ayer.

Estudios definitivos
El monitoreo del agua que realiza el departamento de aguas requiere de cinco estudios bacteriológicos para obtener los resultados finales de los niveles de E scherichia coli, por lo que restan tres nuevas muestras de agua para determinar de manera definitiva que el lago ya no cuenta con elevados niveles de bacterias.
El balneario fue prohibido para uso recreativo en diciembre pasado, debido a que los muestreos de E scherichia coli tomados por el Departamento Provincial de Aguas determinaron que existían 570 mnp/100 ml, cuando el máximo permitido por normativa canadiense que utiliza el organismo es de 200 mnp/100 ml.
Ahora, los últimos dos análisis de agua del lago Moreno determinaron una "marcada tendencia a mantener valores muy bajos de E scherichia coli, cercanos al límite de detección", según consta en la nota emitida por el DPA y que recibió ayer la Subsecretaría de Medio Ambiente.
Los motivos fueron que cesó la descarga hacia un arroyo que concluye su curso en el lago Moreno y que la planta de tratamiento de líquidos cloacales del barrio 2 de Agosto, que habría provocado una descarga en el lago, dejó de drenar.
El DPA afirma que con estos estudios se "permite determinar que no hay contaminación y que se han restablecido las condiciones de aptitud de uso recreativo del agua", mientras continúan con la construcción de un lecho drenante de la planta de tratamiento que evitaría a futuro nuevas descargas al lago.