Una vecina lo graficó con elocuencia: "Si los funcionarios funcionaran, nosotros no tendríamos que andar mendigando por un chorro de agua a esta altura del año".
Se refirió, claro, al reclamo lanzado en las últimas horas por centenares de familias de los barrios más humildes, ubicados en la zona ribereña del río Quemquemtreu (además de otros más alejados), por la falta de agua potable en días de intenso calor y con temperaturas que trepan hasta los 34 grados.
Incluso, hay quienes denunciaron que están tomando el agua directamente del curso hídrico, aún cuando reconocen que "está contaminada".
Con todo, la mayoría de los chicos opta por darse un chapuzón refrescante en los pocos pozones que todavía se encuentran sobre el casco urbano, ya que encontrar una manguera con el vital elemento se ha vuelto una quimera. Y menos aún pensar en llenar una Pelopincho.
Como si no bastara con semejantes peripecias, los propios vecinos del barrio Terminal descubrieron que la única manguera que abastece al centro comunitario -donde funcionan baños públicos y se duchan-, fue desviada a un camping que funciona en un terreno lindero.
Allí permanecen armadas unas 20 carpas en un reducido espacio y sin ningún servicio. Al parecer, sus ocupantes son mochileros, músicos callejeros y feriantes "golondrinas" que aprovechan la oportunidad de pagar un precio sensiblemente menor a los complejos habilitados.
Desde Aguas Rionegrinas reconocieron que falta presión y anunciaron que están haciendo varios by-pass para mejorar la prestación en barrios como Andén y Las Mutisias. Asimismo, pidieron "mayor compromiso de los usuarios, como por ejemplo regar de noche. De esa manera van a facilitar que los vecinos que están en las zonas más alejadas puedan disponer de agua".
El tema de la provisión de los servicios básicos no es nuevo y lleva ya varios años sin solución a corto plazo.
Desde la oposición en el Concejo Deliberante vienen denunciando que "en realidad son 700 las familias sin suministro de agua potable. No se puede considerar que tengan un abastecimiento normal los que tienen que caminar varias cuadras hasta una canilla pública. Esa agua que llevan en bidones no puede considerarse potable".
Faltan redes cloacales
A ello hay que sumar la complejidad de la falta de redes cloacales en buena parte de los sectores urbanizados de El Bolsón. La planta fue inaugurada hace 25 años para un pueblo de 5 mil habitantes. Hoy ya sobrepasamos los 35 mil, así que ni pensar en incorporar nuevos barrios", aclaró un vocero autorizado.
Las pocas obras de infraestructura que se ejecutan son financiadas en forma tripartita entre el municipio, Aguas Rionegrinas y el Departamento Provincial de Aguas, pero desde distintos sectores están demandando "un plan de inversiones claro de la empresa ARSA, que es la que explota los servicios y los cobra puntualmente cada mes".
Ante la falta de respuestas, y apurado por las demandas de los vecinos, el intendente Oscar Romera pidió en diversas oportunidades que la concesión "sea devuelta a la comuna, que tiene la capacidad operativa y la logística suficiente para abastecer a los barrios que todavía no cuentan con las redes de agua potable. No puede ser que vivamos rodeados de ríos, arroyos y vertientes de montaña, mientras hay gente -en pleno siglo XXI-, que todavía tenga esta carencia", opinó el jefe comunal |
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