El acuífero que se encuentra ubicado en la Terminal de Ómnibus de 25 de Mayo, que almacena 138.000 litros de agua que abastecen un radio de más de 500 metros para convertirse en el principal proveedor en el ejido urbano, fue objeto de análisis días pasados ante la aparición, en diferentes viviendas aledañas al pozo, de agua con gusto u olor a butano.
Tras el drenado y la toma de muestras, el gusto y el olor persisten, y los vecinos están intranquilos por conocer cuáles fueron los resultados de los exámenes, que permitirán determinar los valores reales que tiene el agua. Y además requieren que autoridades competentes informen si es apta para consumo humano, dado el frecuente olor que presenta.
La incertidumbre que genera no saber y convivir con el gusto y el olor a gasoil en el agua, ha llevado a algunas familias que habitan en las cercanías al pozo ubicado en la terminal, a comprar agua mineral con el respectivo costo que esto implica, debiendo pagar además -en algunos casos-, el servicio de agua potable.
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