El arroyo Vicario es centro de quejas, reclamos y polémicas, desde que el mal olor cada vez es más fuerte y las asistencias oficiales parecen no convencer a los vecinos que también están temerosos por la presencia de indigentes que duermen y hasta se bañan debajo de uno de los puentes construidos a lo largo del peligroso cauce.
Luego de varios pedidos al municipio, los vecinos lograron que ayer se iniciara el trabajo de desmalezamiento y descacharrización, como tarea preventiva dentro de la lucha que se lleva adelante para combatir los vectores que transmiten la fiebre amarilla, el dengue y la leishmaniasis.
Al mismo tiempo, se inició la construcción de un muro de contención de unos 150 metros para evitar que continúe el proceso de desbarranque en un tramo cercano a la avenida Uruguay.
“El olor que se siente es permanente, a veces no se soporta y allí debajo del puente, hasta animales muertos tiran”, dijo Zulma Ayala, vecina del arroyo, prácticamente en la intersección con la avenida López Torres, en donde es posible observar lo contaminado del cauce y la cantidad de basura que se frena debajo de ese puente. Ayala dijo estar algo aliviada al presenciar la tarea de desmalezamiento. Aunque se quejó de la cantidad “increíble de mosquitos que hay, sobre todo a la tardecita".
Y es por eso precisamente que además, a la tarea de desmalezamiento de los operarios del municipio, seguirá la de descacharrización, para finalmente, la semana que viene proceder a la fumigación en gran parte del arroyo que nace en las intersecciones de las avenidas Chacabuco y Santa Catalina.
El delegado comunal de Villa Urquiza, Luis Gómez, admitió que el arroyo es una cloaca a cielo abierto y explicó que el retiro de ramas y descacharrización, comenzó en la naciente de la cuenca y continuará hasta las chacras 160 y 157, es decir, después de la avenida López Torres, hacia la costa del río Paraná.
Respecto de la construcción del muro de contención, dijo que se debió intervenir por la solicitud de los vecinos de las chacras 5 y 8 para evitar más desbarranques, de tal manera que los vehículos puedan transitar sin peligro por la calzada. Pero de todas formas, la mayoría de los vecinos, expresaron estar descontentos con la construcción del muro. “Nos mienten porque el muro solo va a tener unos 100 metros, cuando la promesa era de que lo iban a hacer en todo el curso del arroyo”, se quejó Mónica González, quien dijo que “posiblemente sea así, porque enfrente vive un alto funcionario de Vialidad Provincial”.
Y a metros de donde se construye el muro, otros vecinos, también descontentos por la obra en sólo 100 metros, dijeron estar preocupados por la permanencia de indigentes bajo el puente de la avenida Uruguay.
“Es que está rota esa boca de agua desde hace años y el chorro lo aprovechan para hacer sus necesidades y hasta para bañarse”, dijo otra mujer. Y precisamente, un hombre estaba cumpliendo con esos trámites y huyó entre el basural del lugar al ver la lente fotográfica.
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